- Tras una jornada, la del martes, en la que se moderó el aumento de contagios en Álava por el Covid-19, ayer Osakidetza constató que la epidemia sigue extendiéndose a gran velocidad, con 71 nuevos positivos en el territorio que elevan las hospitalizaciones a 196 y las víctimas mortales a 27. En total, en Álava había a día de ayer 545 positivos confirmados, para un total de 973 en todo Euskadi. En Bizkaia se registraron 96 nuevos infectados y en Gipuzkoa 41, y los fallecimientos en la comunidad autónoma ascendían a 40, cuatro más que en el recuento anterior y tras una jornada entera sin ningún deceso.
La sincronización de los registros de Osakidetza y del Ministerio de Sanidad hizo que el martes el conteo se restringiera en el País Vasco a 12 horas en lugar de a 24, una circunstancia de la que ya advirtió la consejera, Nekane Murga, cuando expresó su "esperanza" de empezar a estabilizar la epidemia vistos los datos del martes. Ayer el director de Planificación, Ordenación y Evaluación Sanitaria, y miembro de la mesa técnica del coronavirus, Mikel Sánchez, con los nuevos registros sobre la mesa, avisaba de que el pico del coronavirus "está aún por llegar", y por ello llamaba a la población a "no bajar la guardia" y seguir extremando las precauciones, especialmente en lo que se refiere al lavado de manos frecuente y al mantenimiento de la distancia social. "Seguimos apelando a la responsabilidad de la ciudadanía", afirmó Sánchez, ante una situación de "gravedad y excepcionalidad" que aún no se ha manifestado con toda su crudeza.
Actualmente la tasa de mortalidad en Euskadi es del 4,1%, frente al 7% de la Comunidad de Madrid, y sigue afectando especialmente a personas mayores, muchos con patologías crónicas de base, lo que ratifica las previsiones que hizo el Gobierno Vasco cuando decidió cerrar los centros escolares para evitar que los menores expandieran el virus entre sus abuelos, señaló Sánchez.
El experto negó además que se estén dando contradicciones entre los criterios de los gobiernos vasco y español a la hora de practicar los test del coronavirus. "Estamos alineados en nuestro esfuerzo", afirmó, estableciendo como prioridad para efectuar las pruebas a las personas con más riesgo. En las 24 horas anteriores a su comparecencia, explicó, fueron practicadas un 50% más de pruebas que en los días previos. En total se han efectuado 4.020 test, 1.837 por cada millón de habitantes frente a los 350 por millón de media en los países de la Unión Europea.
En cuanto a un eventual colapso sanitario, Sánchez explicó que se están suspendiendo las consultas demorables y que se llamará a quien tenga cita para escalonar la atención. En casos urgentes o inaplazables, como los de pacientes que tomen Sintrom, oncológicos o mujeres embarazadas, "se seguirá atendiendo como hasta ahora". El experto, además, afirmó que la derivación de enfermos de coronavirus a otros hospitales, como Santiago, por un potencial colapso, "dependerá mucho de la actitud de la población".
En todo caso, Osakidetza se prepara para lo peor, y en ese sentido se están solventando "los últimos flecos legales" para reincorporar al servicio a médicos jubilados "en los próximos días", y de forma paralela el hospital de Cruces trabaja en un proyecto internacional para dar con un medicamento que cure o palie los efectos de la enfermedad. Hasta la fecha, catorce personas han sido oficialmente dadas por curadas del covid-19 en Euskadi tras pasar 48 horas sin síntomas y dar un resultado negativo en el test de detección del virus.
Por otro lado, Sánchez explicó que en apenas 24 horas desde la puesta en marcha de un call center para cribar las llamadas a Osakidetza vinculadas con el coronavirus la espera cayó en un 40%. Según dijo, tras analizar las 47.500 llamadas registradas en los últimos veinte días, en concreto entre el 26 de febrero y el 16 marzo, y constatar que seis de cada diez de esas llamadas relacionadas con el coronavirus son para pedir información, el Departamento de Salud decidió articular este recurso.
La función del call center es realizar un primer triaje. Así, si la persona que llama solo necesita información, es este personal quien da respuesta o remite a la propia página web del Departamento. En el caso de que la persona que llame tenga síntomas, entonces sí, se deriva la llamada a los profesionales de enfermería y al personal de enfermería del Consejo Sanitario. Así se consigue que el personal de enfermería pueda atender a quien realmente lo necesita.
Sólo las personas que presenten síntomas deben llamar al Consejo Sanitario, excepto los ciudadanos alaveses y vitorianos, a quienes se recomienda, si tienen problemas respiratorios, que llamen a su centro de salud. Zabalgana, Salburua y Lakuabizkarra siguen siendo los centros de referencia para este tipo de patologías.
Para enfermos. Siempre que se pueda, habitación y baño de uso exclusivo. La habitación debe estar ventilada y con la puerta cerrada, el enfermo deber tener un teléfono operativo, y si necesita salir de la habitación, debe llevar mascarilla y mantener la distancia de seguridad. En todo caso, se debe evitar salir. Durante el aislamiento hay que evitar convivir con personas mayores, con enfermedades crónicas o embarazadas. Colocar un cubo de basura en la habitación con tapa o bolsa de cierre hermético, y estar pendiente de cualquier síntoma de enfermedad.
Para acompañantes. No contactar con la persona aislada de manera presencial y tomarse la temperatura dos veces al día. Sólo una única persona debe atender al paciente, y hay que lavarse siempre las manos después del contacto con el enfermo o sus utensilios. Limpiar grifos, interruptores o pomos de las puertas con lejía (1 cucharada sopera por litro de agua). Ropas y sábanas usadas deben introducirse en una bolsa cerrada para trasladarla a la lavadora. Platos, vasos y utensilios de cocina deben lavarse a altas temperaturas, mejor en lavavajillas.