maeztu - La localidad de Maeztu culmina hoy lunes las fiestas organizadas por su junta administrativa en honor a San Adrián, una tradición que se remonta a siglos atrás y que ha permitido que esa devoción perdure en el tiempo al igual que el recuerdo de la historia que rodea su celebración y su ermita.

Y es que, la riqueza de tradiciones y la intensa vida que ha tenido esa zona del territorio, Maeztu, ha permitido que en su término municipal exista un listado oficial desde 1997 de 91 lugares de presunción arqueológica conformados por poblados, castillos, torres, campos tumulares, iglesias y ermitas como ésta de San Adrián. Porque la ermita no existe, pero su solar está protegido hasta la llegada de mejores tiempos que permitan una excavación y documentación de ese espacio ubicado entre las localidades de Virgala Menor y Maeztu, que es la que celebra sus fiestas en su honor.

La cofradía de San Adrián existía con anterioridad al año 1555 y estuvo activa hasta poco después de 1850. Los cofrades provenían de Arraya-Laminoria y de territorios limítrofes y su número máximo se dio en el año 1816 con 73 cofrades, según cuentan en Maeztu. Esta ermita quedó arruinada a mediados del siglo XX. La festividad del santo tenía su celebración, hasta su destrucción, los días 16 y 17 de junio mediante una importante y concurrida romería que se desarrollaba en el amplio prado frente a la fachada sur, en el centro de un apretado bosque de robles para cobijarse del sol. Los romeros de la villa de Apellániz asistían un día, mientras que los de Maeztu y las dos vírgalas lo hacían el siguiente.

En la actualidad, la celebración de la romería se sigue realizando tal y como se llevaba a cabo antiguamente, es decir, se acude a la campa vestidos como tradicionalmente. Por eso, el pasado sábado se volvió a ir en romería con la imagen que se conserva en la parroquia y se celebró la misa en honor al santo en el lugar donde antiguamente se levantó la ermita.

Una vez finalizado el oficio religioso se colocó al santo en el centro del prado y se le ofreció el baile que lleva su nombre y que consiste en danzar en círculos alrededor de su imagen y en un momento de la canción sale una pareja de dantzaris y se realizan un cortejo entre sí. Una vez cortejados el uno al otro, se vuelve al círculo y bailan todos agarrados de la mano por toda la campa hasta terminar la canción.

sidra, vino y txoripan Una vez terminado al baile, se repartió por parte de la junta administrativa un almuerzo popular consistente en sidra, vino y txoripanes para todas las personas asistentes que entre corrillos, cánticos y música amenizada por la fanfarre Indarra comieron y bailaron hasta llegar a la hora del vermú que es cuando se regresó a la localidad de Maeztu a seguir tomando potes por los bares.

Antiguamente se comía con cubiertos de madera, jarras y platos de barro que llevaban grabados con pintura el nombre de San Adrián. Esos utensilios pertenecían a la cofradía. La tradición se recuperó hace bastantes años y ya se ha convertido en una mañana muy agradable y de hermanamiento entre los pueblos de Maeztu, Virgala Mayor y Virgala Menor, situados a escasos kilómetros en el corazón de la Montaña alavesa.

91

Lugares. En Maeztu existe un listado oficial desde 1997 de 91 lugares de presunción arqueológica conformados por poblados, castillos, torres, campos tumulares, iglesias y ermitas como ésta de San Adrián.

1.555

Año. La cofradía de San Adrián existía con anterioridad al año 1555 y estuvo activa hasta poco después de 1850. Los cofrades provenían de Arraya-Laminoria y de territorios limítrofes y su número máximo se dio en el año 1816 con 73 cofrades.