Rivabellosa - En cuestión de año y medio, quizás dos años, la planta de Gestamp en Arasur habrá alcanzado velocidad de crucero en su producción. La factoría, especializada en corte por láser, ha dejado de ser un proyecto para convertirse en la realidad más esperanzadora del polígono logístico de Rivabellosa, que suspira por lograr residentes del mismo calibre que el citado, primerizo en Álava, aunque un gigante industrial internacional en el diseño, desarrollo y fabricación de componentes metálicos para el automóvil. No en vano, esta agrupación cuenta con cerca de un centenar de plantas y una plantilla que rondaría los 32.000 empleados desperdigados por una miríada de países. En su primera incursión en el territorio histórico, la factoría aún se está desarrollando y espera estar operativa al 100% a partir de septiembre.

Cuando queme las etapas intermedias previstas en su hoja de ruta, el pabellón estará capacitado para cortar seis millones de piezas al año para clientes del calibre de los grupos Volkswagen y PSA, a los que servirá para la confección de distintos modelos en las plantas operativas de Martorell, Landaben o Figueruelas (Zaragoza). Lo hará con una plantilla que alcanzará un rango de entre 90 y 100 personas en su apogeo productivo, que trabajarían en tres turnos. No obstante, en la actualidad, la planta ubicada en Arasur aún está “a medio gas”, tal y como explica a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Jorge Pérez-Pedrero, director gerente de la factoría, societariamente denominada Global Laser Araba.

En la actualidad, la estructura de Gestamp en Rivabellosa dispone de 10 máquinas de corte por láser operativas y se encuentra montando otras dos. En su plenitud, habrá 15 de estos ingenios en producción. Aparte, hay una célula de soldadura y unidades de mantenimiento y laboratorios de metrología y control de calidad, además de oficinas, entre otros departamentos. Todo ello genera una ocupación casi bulliciosa en el interior de un complejo logístico en el que la actividad, hasta la fecha, se contabilizaba en pequeñas dosis.

Interrogado por la presencia de una planta dotada con las últimas tecnologías productivas en un área ideada para la logística, la cabeza visible del proyecto de Gestamp en Álava enumera tres motivos. El primero de ellos, hace referencia a la ubicación estratégica del polígono y de la comarca, trufada por grandes redes de comunicaciones, fundamentalmente, de carreteras de gran capacidad. “Desde el punto de vista logístico, ésta es una ubicación estratégica porque estamos a medio camino de nuestro proveedor de materia prima y de nuestros clientes. Trabajamos con la planta de Gestamp Bizkaia, que está en Abadiño, que trabaja con procesos de estampación en caliente y ensamblado. Nos manda piezas con bastante volumen. Por eso, la carga logística es muy potente. Aparte, estamos junto al nudo de las autopistas y autovías conformado por la AP-68, la AP-1 y la A-1. Aparte, estamos cerca de nuestros clientes y de otras plantas de Gestamp y eso nos permite generar ciertas sinergias en corte por láser”, concreta Pérez-Pedrero.

Junto a la ubicación, el entorno industrial de Álava jugó un papel decisivo para decidirse por Arasur, a ojos del gerente de la factoría, que también alude a la tipología del pabellón ocupado, “con un formato que nos viene muy bien para poder mover esos seis millones de piezas que vamos a fabricar. Esto nos permite adaptarnos bien para poder desarrollar nuestros proyectos”.

Sea como fuere, la factoría alavesa de Gestamp va cumpliendo con sus propósitos desde que a finales de 2015 la dirección de esta multinacional vasca decidiera dar el paso y optar por Arasur, desde donde ya produce equipada con maquinaria de última generación. “Nosotros recibimos del grupo las piezas estampadas por un proceso en el que Gestamp es líder, que es la estampación en caliente. Es un proceso que se sale de lo estándar convencional. Es una tecnología que parte del formato de chapa y se calienta a 1.000 grados. Después se hace la estampación y se enfría de manera brusca. Eso genera una especie de templado en la pieza. Con muy pocos espesores somos capaces de generar piezas de poco peso con grandes prestaciones. Eso nos permite ofrecer a los clientes menores consumos, menores emisiones de CO2 y mayores seguridades. Es una tecnología que está creciendo. En el siguiente proceso, que es el de corte, la tendencia es hacerlo por láser. Por eso aparece esta planta, para dar respuesta a esos proyectos”.

Arasur, en el mercado Sin embargo, las buenas noticias que genera el inicio de la apuesta de Gestamp aún no han encontrado refrendo con la llegada de más operadores a las instalaciones de Arasur. Hasta que eso ocurra, los gestores de la plataforma logística trabajan en los mercados para tratar de comercializar el espacio ahora vacío en el complejo. En ese contexto, distintos operadores han confirmado a este diario que la plataforma ha sacado al mercado un pabellón modulable con una superficie de 20.000 metros cuadrados. Al parecer, el mismo sería la estructura de mayores dimensiones en el noroeste del Estado. Estaría equipado con cuatro decenas de muelles de carga y posee una configuración especialmente ideada para el negocio logístico.

Inversión. El grupo Gestamp ha invertido del orden de 14 millones de euros en una planta que aspira a cortar seis millones de piezas al año cuando alcance su apogeo productivo en cuestión de año y medio o dos años.

Plantilla. En principio, la estructura de la planta estará compuesta por entre 90 y 100 trabajadores. En la actualidad, la plantilla dispone de medio centenar de personas. Para este proyecto industrial se han creado procesos formativos específicos.

Clientes. La cartera de pedidos de la estructura de Gestamp en Arasur incluye marcas como Seat, Opel y Audi, con modelos tan conocidos como el Ibiza y otros novedosos como el Crossland, que será el sustituto del Meriva. En breve, Gestamp en Arasur también cortará piezas para el modelo Audi A1.

Euskadi. La corporación industrial se creó en 1997 y, desde entonces, ha crecido hasta emplear sólo en la CAV a unos 1.600 trabajadores. En su centenar de plantas repartidas por medio mundo hay alrededor de 32.000 empleados.