Peñacerrada. Hay circunstancias que escaman. Y otras que pasan de castaño oscuro. Será por la providencia o por una de esas casualidades insoportables que ofrece la vida, pero el caso es que una conocida empresa de telefonía se ha coronado de gloria en un municipio alavés. Se trata de Peñacerrada, que sufre una avería en el servicio telefónico fijo desde el lunes de la pasada semana sin que haya habido manera de arreglarlo. Hasta ahí, los hechos podrían encajarse dentro de epígrafes como apatía, dejadez o incapacidad en la definición del hacer de la compañía en cuestión. Sin embargo, lo grotesco del asunto no se ciñe sólo a la forma de trabajar de Movistar, la Telefónica de toda la vida, que es la empresa protagonista de estas líneas, sino a la casualidad que quiso que en pleno cabreo del Consistorio de la villa por la ausencia del servicio telefónico, una empleada de la multinacional se dirigió por móvil al alcalde para interrogarle por su satisfacción con la reanudación de un servicio no operativo.

Según palabras del propio interpelado, el primer edil de Peñacerrada, Edorta Alonso Pinedo, el teléfono fijo del Ayuntamiento se quedó sin línea el lunes de la pasada semana. Y esa avería afectó también a otros números de teléfono que están vinculados al de la institución municipal, como es el caso del médico. Tras mucho rogar por parte del alcalde, el jueves de la pasada semana quedó arreglada la línea telefónica, pero el día siguiente, viernes, se volvió a estropear y, desde entonces están de nuevo sin teléfono fijo en el Ayuntamiento, sin que nadie les haya dado ni una explicación de lo que ocurre. No obstante, el miércoles sí que lograron tener acceso a Internet. Para colmo de males, el regidor recibió dos llamadas en su móvil, procedentes del 1002, en los que los operadores se interesaban por su grado de satisfacción por la reanudación del servicio, cuando éste no se había arreglado.

Dadas las circunstancias, Edorta Alonso indicó ayer a este diario el profundo descontento que hay en la zona por este tipo de incidencias con la empresa Movistar, "que sólo acelera cuando se hacen públicas sus deficiencias". Además, el caso de Peñacerrada no parece el único, ya que en Lagrán podría estar pasando otro tanto de lo mismo, según el primer edil del municipio de Peñacerrada. De hecho, el teléfono fijo de ese Consistorio no abandonaba ayer la señal de comunicando cuando se intentaba contactar con él. Cosas de la tecnología.

Otros casos No es la primera ocasión en la que se dan problemas con las infraestructuras eléctricas o de telecomunicaciones en la zona. De hecho, en 2007 este rotativo recogía los problemas existentes en las cuadrillas de la Montaña Alavesa y Añana, allá donde la orografía se convierte en un obstáculo para la llegada de la tecnología y la escasa población de algunos núcleos en un problema para captar inversiones de compañías privadas. Entonces había problemas con la señal de televisión y con los móviles y las emisoras de radio. En según qué pueblos, los vecinos se habían acostumbrado a sacar la cabeza por la ventana para hablar por el teléfono, y la elección de las mejores tarifas se reducía a las únicas capaces de sortear los picos de las cordilleras en cada uno de los municipios.

De ahí que en el municipio de Peñacerrada, que se ubica en una falda de Sierra Cantabria, sea clave el teléfono fijo que está contratado con la empresa Movistar, ya que de él dependen las comunicaciones del propio Ayuntamiento y de sus dependencias y sociedades, del Consultorio Médico para, por ejemplo, la petición de cita previa para consultas y de la sala de usos múltiples, donde se celebran actividades de ocio y tiempo libre para los vecinos.