Más de medio millar de personas ha ido de la mano este domingo en Vitoria por la salud mental, vestidos con camisetas azules marinas y con una marea de globos bien llamativa, con los colores del rojo del corazón y el azul de la solidaridad, desde la Plaza Nueva hasta Armentia, como parte de la sexta Caminata Solidaria que organiza Asafes, con el patrocinio de Fundación Vital, el apoyo del Ayuntamiento de Vitoria, Diputación Foral de Álava y Gobierno Vasco más la colaboración de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, entre otros.
La presidenta de esta asociación, que lleva casi medio siglo trabajando en ayudar y acompañar tanto a las personas que sufren este tipo de trastornos como a sus familias, Elena Ortiz de Zárate, fue la encargada de dar el pistoletazo de esta iniciativa solidaria, que contó con la presencia de Irma Basterra (presidenta de las Juntas Generales de Álava), Gorka Oraá (director de Infancia, Adolescencia y Familias del Gobierno Vasco), Mamen Álvarez (Directora de Atención Sociosanitaria del Gobierno Vasco), Emilio Sola (Departamento de Políticas Sociales del Gobierno Vasco), Miren Saratxaga (directora de Servicios Sociales de la Diputación), Beatriz Artolazabal (primera teniente de alcaldesa y edil de Espacio Público), Lucho Royero (edil de Políticas Sociales), Ana López de Uralde (concejala de Deporte e Igualdad) e Idoia Aguillo (directora ejecutiva de Fundación Vital), entre otras.
NI DEMASIADO TARDE NI PRONTO
En su discurso, Ortiz de Zárate, siguiendo la línea marcada por la federación vasca de asociaciones de salud mental (Fedeafes), puso el foco en el cuidado de la salud mental a cualquier edad “porque nunca es demasiado pronto, ni demasiado tarde” para cuidar de nosotros y de los demás.
“Debemos de educar, prevenir y acompañar desde la infancia para que pedir ayuda se vea como un acto de valentía, no de debilidad”
“Cada paso que damos representa el esfuerzo colectivo por romper estigmas, por visibilizar y por construir una sociedad más justa y empática porque la salud mental no es un lujo ni un capricho, nos implica a todos. Debemos de educar, prevenir y acompañar desde la infancia para que pedir ayuda se vea como un acto de valentía, no de debilidad”, remarcó esta mujer, que en conversación, con DNA explicó que entró en la asociación hace diez años, al tener un familiar con un problema de salud mental “para encontrar un sitio empático a la hora de contribuir a mejorar la realidad porque sigue habiendo mucho estigma”.
De ahí la importancia de participar en esta caminata solidaria, como ella misma hace desde sus inicios, “porque nos permiten dar visibilidad al trabajo que hacemos y para seguir concienciando”.
UN LUGAR EMPÁTICO
A Iñaki Peraita, que fue uno de sus usuarios y hoy es tesorero de la misma, esta agrupación le ayudó a entender su enfermedad, TOC (Trastorno Obsesivo-Compulsivo), “a saber que no estaba solo y a darme las mejores herramientas para saber gestionarla”.
Y este domingo no dudó en calzarse las zapatillas deportivas “porque para otro tipo de dolencias físicas, nadie se cuestiona ir a un profesional, pero para las relacionadas con salud mental todavía hay dificultad a la hora de pedir ayuda”.
Ya desde el escenario de la Plaza Nueva, reivindicó la necesidad de una “red de atención temprana, coordinada y accesible”. Especialmente, para los jóvenes, dado que la juventud y la adolescencia son “etapas claves” a la hora de que aparezcan trastornos mentales graves, y también para las personas mayores, ya que “muchas de ellas se enfrentan a problemas de soledad y de duelo por pérdidas”.
MÁS APOYO
Por fortuna, como remarcaba Arrate Garistain, psicóloga del centro ocupacional de Asafes, a lo largo de los años este evento, que se enmarca en el día mundial de la salud mental y que también contó con el apoyo de asociaciones como Itxaropena, Eginaren Eginez, Caminus y Fundación Jeiki, además de los establecimientos que han hecho posible el sorteo de productos, como bicis, la cena en un restaurante y cesta de productos, logra cada vez más asistentes.
Y en esta edición, las expectativas eran buenas “porque ya hemos pasado de las 600 inscripciones –decía una hora antes de su inicio previsto a las 10.30 horas– y esperamos llegar a las 800 que conseguimos el año pasado porque todavía hay tiempo para apuntarse”.
"MAL VISTO"
Uno de los que volvió a animarse a ella fue el vitoriano pero residente en Murgia, Iker Ruiz de Zárate. Lo hacía por una doble causa, como decía: acompañar a su esposa, que es trabajadora social de Asafes, y para salir a las calles a la hora de dar más visibilidad a los problemas relacionados con la salud mental.
“Hay que seguir abriendo camino. Queda mucho camino por recorrer. Todavía está mal visto. Seguimos lejos de ponernos en el lugar de las personas que los sufren y sus familiares”
“Hay que seguir abriendo camino. Queda mucho camino por recorrer. Todavía está mal visto. Seguimos lejos de ponernos en el lugar de las personas que los sufren y sus familiares”, destacaba este hombre que volvió a convencer a su hija Naroa, que la semana que viene cumple 10 años, para caminar por ello junto con tres amigas de la localidad.
Finalmente, a las 10.30 horas, al ritmo de Gora gure bihotzak, de Modus Operandi, comenzó este recorrido de cinco kilómetros y sin lluvia, cumpliéndose así la “cuota asegurada de buenos cielos contratados”, con la que el speaker de la jornada, el periodista Iñaki Elorza, vaticinaba que empezaría la misma.
La esperanza ahora es que ese caminar de la mano por la salud mental continúe todo el año.
 
        
    