Vitoria. La escasez de obra pública aprieta a las empresas, así que las constructoras bajan al máximo los precios y las instituciones se aprovechan de estas rebajas a sabiendas de que pueden contratar obras a mitad de precio. Una consecuencia más de la crisis ya constatada por el Ayuntamiento de Vitoria. Nunca hasta ahora los técnicos municipales habían tenido entre sus manos ofertas tan baratas. "Las reducciones de precio que eran antes del 20%, ahora son del 40%", confirmó ayer el alcalde.

A tenor de esta nueva situación, Javier Maroto ya ha invitado a los técnicos municipales a que revisen las tablas de costes con las que trabajan habitualmente para actualizarlas y ajustar los precios a los nuevos tiempos. De esta forma, el Ayuntamiento podría licitar las obras más baratas y se ahorraría tiempo en los trámites al no tener que esperar a la contraoferta que presentan las empresas.

POLÉMICA CON EL CENTRO CÍVICO El ejemplo está en el centro cívico de Salburua. Según explicó Maroto, los técnicos piensan que puede salir más barato a la ciudad, así que el gobierno del PP ha decidido hacer borrón y cuenta nueva, tirar a la papelera el anterior concurso y abrir uno nuevo para ahorrarse dos millones de euros. ¿Cómo? Rebajando el precio de licitación en 857.000 euros y puntuando más a las empresas dispuestas a ejecutar las obras con una rebaja superior al 30% y en menos tiempo, con el fin de no retrasar más un equipamiento que los vecinos de Salburua reclaman desde hace años.

No obstante, este regateo en los costes entre las constructoras y el Ayuntamiento no está exento de polémica. Mientras que para Maroto es fruto de una gestión "eficaz" porque en tiempos de crisis "hay que medir cada euro que se gasta", la oposición y los vecinos no han tardado en encender la luz de alarma. A pesar de que el alcalde aseguró que el centro cívico tendrá las mismas dimensiones y servicios y se hará en plazo, la asociación Salburua Bizirik no entiende cómo una obra de estas características se puede ejecutar con un ahorro de dos millones de euros -el contrato saldrá finalmente a licitación por 12,5 millones de euros-. "Queremos un centro cívico de calidad y que nos dure muchísimo tiempo en buenas condiciones, y lo anunciado ayer, mucho tememos que vaya en contra de estas premisas", señalaron desde el colectivo vecinal.

Y no fue la única voz que se alzó en contra de esta decisión. Desde Bildu, Antxon Belakortu aseguró que la consecuencia más inmediata que traerá esta decisión es el retraso de cinco meses en la construcción del edificio. "Un error grave, una chapuza", calificó el edil de la coalición abertzale. También la demora en las obras preocupa al PNV. Gorka Urtaran considera poco fiable el argumento de ahorro económico utilizado por el alcalde y espera que el centro cívico de Salburua no se convierta en un fiasco a la ciudad. "Nos parece más un espejismo que un cálculo serio", señaló el portavoz nacionalista.

Más allá fue el exalcalde Patxi Lazcoz al tachar de "inaceptable" que el ejecutivo de Maroto vuelva a retrasar el proyecto. "Lamentablemente, Salburua es la punta del iceberg de lo que está ocurriendo en Vitoria; cada vez que preguntamos por otros proyectos, como el centro cívico de Zabalgana, la escuela infantil de Mariturri... nos enteramos de que registran nuevos retrasos", apunta el portavoz socialista.

AVENIDA Y PLAZA DE ABASTOS La rueda de prensa de ayer fue la última de Maroto antes de las vacaciones de verano. Por eso el alcalde se esmeró en dar cuenta de los pasos adelante que el Ayuntamiento está dando en los proyectos que ya están en marcha y cuyas obras arrancarán en pocos meses. Y, a pesar de las críticas que en los últimos días recibe por parte de los partidos de la oposición, quiso alejarse de polémicas, a la espera del nuevo curso político que arrancará en otoño, y destacar una vez más que él está dispuesto a pactar con todos. "Hasta con el diablo", dijo.

Además del nuevo concurso para la construcción del centro cívico de Salburua, Maroto anunció la adjudicación de la reforma de parte de la Avenida, por dos millones de euros, una obra que arrancará después de La Blanca y que forma parte del Anillo Verde Interior. También el visto bueno al proyecto básico para ampliar el Palacio Europa como centro de congresos y las obras de mejora de la Plaza de Abastos, licitadas por 306.000 euros. El alcalde no quiso, en cambio, pronunciarse sobre los meses de retraso que acumula el proyecto del centro cívico de Zabalgana.