vitoria. Dispendio, despilfarro o dilapidación, aunque los trabajadores municipales prefieren hablar de "derroche" a la hora de evaluar el modo en que el alcalde de Vitoria maneja las arcas públicas. Como ejemplo de este manirroto proceder, aseguran que, durante las fiestas de La Blanca, el primer edil de Vitoria se gasta 38.000 euros en puros y entradas para los toros con las que obsequiar a sus amistades. También atestiguan que cada vez que el alcalde se reune con colaboradores, asesores o empresarios se funde 48 euros en cada botella de vino que consume. Y eso en plena crisis.
"Sabías que Patxi Lazcoz destina más de 10.000 euros para que sus concejales y asesores realicen sus desplazamientos en coches de lujo mientras hace campaña para utilizar el transporte público?", explican en un comunicado. Posiblemente muchos vitorianos ni lo sepan ni lo comprendan. "¿Sabías que en la celebración de la capitalidad, entre conciertos, fiestas y publicidad se han gastado 262.900 euros?", agregan.
Capítulo destacado dedican al proyecto del Auditorio, en el que Lazcoz ha invertido ya 50 millones de euros "sin que se haya colocado ni una sola piedra". En la sustanciosa factura se incluye una maqueta acústica de un millón de dólares "que no sirve para nada".
Este centro, que todavía no existe -ni apenas cuenta para el Gobierno central, ya que inicialmente no había destinado ni un solo euro a su financiación- , dispone ya, según los trabajadores, con un director que desde noviembre de 2009 cobra 10.000 euros mensuales. Relacionado con este proyecto se efectuó un viaje a Japón en el que Lazcoz se gastó, de acuerdo con el comunicado, 56.000 euros entre hoteles de cinco estrellas, comidas de lujo y billetes de avión.
Otras iniciativas fallidas, como la instalación de una cubierta transparente sobre la calle Dato y la plaza de España, también tuvieron su coste. Concretamente esa le salió al Consistorio por 30.000 euros entre estudios, informes y publicidad.
La marca-logotipo de Vitoria-Gasteiz, que a diferencia de la anterior, sí fructificó, supuso un desembolso de 320.000 euros.
En el acto de la firma del soterramiento del ferrocarril, un proyecto clave que acumula incontables retrasos, los trabajadores municipales desgranan que el Ayuntamiento se dejó 16.000 euros en agasajar a sus ilustres invitados con "diversos canapés, vinos y delicatessen".
Los funcionarios aseguran que muchos trabajos, estudios y proyectos que se encargan a empresas externas y que le cuestan al Ayuntamiento varios millones de euros cada año podrían ser ejecutados sin ningún problema por la plantilla municipal, con lo que se evitaría una duplicidad del gasto. Una gran idea para poner en práctica en tiempos en los que la Administración anima al ciudadano a ajustarse el cinturón.