- Con claridad y sin medias tintas, el lehendakari ha dado un espaldarazo a la opción de retomar el debate del nuevo estatus de autogobierno en el Parlamento Vasco, “aquí y ahora”. Iñigo Urkullu ve esta posibilidad con normalidad, y niega que suponga un riesgo para la estabilidad y la convivencia entre vascos. Muy al contrario, cree que la principal amenaza viene de la mano de la ausencia de diálogo, que pudre los problemas y genera tensiones. En el último pleno de control del Parlamento Vasco, el lehendakari trató ayer de despejar los temores de algunos sectores, y dio su respaldo político a la posibilidad de que el PNV relance este debate en otoño para consensuar una ampliación del autogobierno, ahora que la pandemia del coronavirus se estabiliza y permite abordar otros retos. Frente a las voces que presentan esta posibilidad con dramatismo, como si se tratara de abrir las puertas del infierno hacia un camino de crispación y ruptura, el lehendakari esgrimió dos argumentos: “los debates no amenazan la estabilidad ni la convivencia” y, además, avala que los partidos sigan un camino legal, cumpliendo el ordenamiento jurídico, como establece el propio Estatuto de Gernika en su disposición adicional.

Esa disposición dice que “la aceptación del régimen de autonomía que se establece en el presente Estatuto no implica renuncia del pueblo vasco a los derechos que como tal le hubieran podido corresponder en virtud de su historia, que podrán ser actualizados de acuerdo con lo que establezca el ordenamiento jurídico”. El lehendakari citó esta disposición en su discurso. En respuesta al popular Carlos Iturgaiz, quien agitó nuevamente la posibilidad de una ruptura, una alianza con la izquierda abertzale o la recuperación del Plan Ibarretxe, el lehendakari aseguró que valora “positivamente la idea de reactivar este debate político aquí y ahora; aquí, en este Parlamento, donde reside nuestra soberanía; ahora, en un momento de transformación global”. “Los debates no amenazan la estabilidad ni la convivencia. La imposición o la negación del diálogo sí provocan problemas. La normalización del debate y la negociación política es una profundización de la democracia. Su negación o demonización conduce a callejones sin salida”, defiende. Sin hacer paralelismos explícitos con Catalunya, su mensaje pone sobre la mesa lo sucedido en ese territorio, donde el cepillado del Estatut, las cargas policiales contra el referéndum y la suspensión del autogobierno han multiplicado el desafecto ciudadano y han agravado la ruptura.

El presidente de la Ejecutiva del PNV, Andoni Ortuzar, ya anunció en una entrevista en DNA publicada el 4 de abril que su intención era retomar con normalidad toda la actividad política en otoño, lo que incluía el nuevo estatus. A ese respecto, aseguró que el PNV está dispuesto a realizar cualquiera de los dos ejercicios posibles: buscar un consenso volviendo a tirar del hilo del texto de los juristas designados por PNV, PSE y Elkarrekin Podemos-IU, o bien asumir el liderazgo desde el partido jeltzale registrando una proposición de ley. Algunas voces socialistas han invitado en público al PNV a realizar el segundo ejercicio. Este debate no forma parte del acuerdo de gobierno entre ambos partidos, se dan libertad, y es de sobra conocido que los separan cuestiones como el derecho a decidir.

Ortuzar ha dado algunas pinceladas sobre un estatus para Euskadi y Catalunya, con un modelo pragmático y gradual, paso a paso, basado en el reconocimiento como nación, la bilateralidad y las garantías, para que el Estado no pueda incumplir lo pactado ni invadir competencias. El PNV está dispuesto a reactivar el estatus, incluso tomando las riendas, lo que evitaría que EH Bildu se adelantara registrando el texto de su jurista, Iñigo Urrutia. El PSE, por su parte, ha sido insistente con la reforma constitucional previa: cree que no se puede cambiar el modelo de relación con el Estado desde el Parlamento Vasco.

Urkullu aseguró que su deber es proteger el autogobierno reconocido, y que el Ejecutivo español ha aprobado un calendario de transferencias. Pero, a a partir de ahí, defendió que el autogobierno, además de ser cumplido, debe ser actualizado. Argumentó que se están produciendo en todo el mundo transformaciones profundas como la globalización o las transiciones ecológica y digital, y “cualquier país debe plantearse las herramientas con las que cuenta”. Además, preguntó a Iturgaiz si él defiende que “no nos corresponden más transferencias”. Urkullu lamentaría que el PP se quedara “anclado en el pasado”, apostó por el máximo consenso, y citó el titular de la entrevista de la presidenta del PP de Bizkaia, Raquel González, en DNA, donde se abrió a coincidir con Bildu o Vox si comparten sus ideas.

Por otra parte, el presidente de la Ejecutiva del PNV en Gipuzkoa, Joseba Egibar, aseguró en ETB-1 que el modelo de relación con el Estado “está totalmente agotado” y que Euskadi debe dar “un salto cualitativo” hacia la “bilateralidad y el respeto”.

“Valoro positivamente la idea de reactivar el debate aquí, en el Parlamento, y ahora, en un momento de transformaciones”

“El debate no amenaza la estabilidad ni la convivencia; la imposición sí provoca problemas”

Lehendakari