Hasta hace menos de un lustro, no eran raros los casos de personas asmáticas en Álava, que pese a estar con su tratamiento de inhaladores e incluso con corticoides, se veían obligadas a acudir a Urgencias porque tenían fuera de control esta enfermedad crónica, que en Euskadi tiene una prevalencia del 9,7%, y que suele caracterizar por su dificultad para respirar, sibilancias y opresión en el pecho

Por esta razón, la OSI Araba decidió hace unos tres años dar un paso al frente tras poner en marcha una unidad específica en el HUA Txagorritxu con el fin de mejorar su modelo de atención y la calidad de vida de los pacientes, aunque, con una peculiaridad.

“Es la única área multidisciplinar de este tipo en el País Vasco”

Nieves Hurtado de Mendoza - Adjunta del Servicio de Neumología de la OSI Araba

“Es la única área multidisciplinar de este tipo en el País Vasco”, matiza con orgullo Nieves Hurtado de Mendoza, adjunta del Servicio de Neumología de la OSI Araba y una de las responsables de esta unidad, junto a personas como Gorane Iturricastillo, también de Neumología, y que también está integrada por las especialidades de Alergología y desde hace medio año, por la de ‘Otorrino’.

Complejidad

Una colaboración, como explican, que así se requería dada la alta complejidad de estos pacientes y el hecho de que concurran en ellos factores de riesgo.

Aparte, también se coordinan con Atención Primaria, que suele llevar los casos de asma “controlado”, esto es, el que es persistente leve o moderado.

“Que sea una unidad multidisciplinar ayuda a que podamos tratar mejor a esos pacientes"

Gorane Iturrucastillo - Adjunta del Servicio de Neumología

“Que sea una unidad multidisciplinar ayuda a que podamos tratar mejor a esos pacientes. Por eso en esta unidad hay neumólogos, alergólogos y compañeros de ‘Otorrino’ porque hay patologías que no son asma pero que empeoran los síntomas, como es la poliposis nasal”, añade Iturricastillo.

Cada año por ella pasan 720 personas, entre pacientes nuevos y los que acuden a revisiones, lo que hace una media de 16-18 por semana.

¿Es fácil detectarla a tiempo?

En cuanto a si es fácil detectar a tiempo el asma grave, estas profesionales aclaran que hay gente que debuta con un broncoespasmo severo porque no sabía que era asmática:

Se ve poco, afortunadamente, pero antes de ir a todo eso, tenemos que depurar un poco para hacer el diagnóstico. El asma tiene unos síntomas que también se pueden dar en otras patologías respiratorias. Por eso tenemos que hacer pruebas para llegar a eso”.

Buen uso

Y en sus consultas también se hace hincapié en el buen uso de los inhaladores, el tratamiento principal, porque de lo contrario, la medicación no alcanza el pulmón y no hace efecto.

“Es muy característico el perfil del paciente asmático que va a Atención Primaria cuando está fatal. No sigue un control. No va a su médico de cabecera como los hipertensos. Van cuando están muy agudizados porque no tienen conciencia de enfermedad hasta que no tienen una crisis. Por eso hace falta una mayor educación al respecto”, resalta Hurtado de Mendoza.

“Digamos que tenemos peor marketing que los cardiólogos, porque ellos han sabido concienciar de la importancia de tener controlado el colesterol o la tensión, pero también te puedes morir de una crisis de asma y la población no está tan conciencia de eso”, matiza, por su parte, Iturricastillo.

Perfil del paciente

En cuanto al perfil del paciente de esta unidad, es de un adulto, de 40 a 60 años. Y hay más mujeres.

“Nosotros tratamos por qué un asma se puede convertir en grave y hay una serie de comorbilidades muy importante dentro de él. Las más frecuentes suelen ser la poliposis nasal, las alergias, pero también puede ser el tabaquismo, la obsesidad, reflujo gastroesofágico...Tenemos que ir tratándolas. En las mujeres, por lo que vemos nosotros, también puede haber un componente más de ansiedad”, añaden.

Por eso, lo “ideal” es que en el futuro, como dicen, esta unidad se coordine también con el Servicio de Psicología, y el de Farmacología, para saber si se dispensa bien el tratamiento.

El tratamiento

En concreto, “el pilar del tratamiento” son los corticoides y broncodilatadores, todos ellos inhalados, que se pueden complementar con los fármacos biológicos: unas inyecciones subcuténeas, que actúan contra la escalada inflamatoria.

 Y es indiscutible el antes y el después de estos pacientes tras ser atendidos por esta unidad, con un correcto fenotipado y seguimiento coordinado.

“Su vida cambia totalmente porque está mejor controlado su asma y sus comorbilidades. Con eso, no vienen tanto a Urgencias y se reducen también las hospitalizaciones. Gente que ha tenido tres o cuatro ingresos, tras tres o cuatro meses de tratamiento biológico, te dice que le ha cambiado la vida. Que han vuelto a hacer deporte. Un cambio brutal para el paciente y el sistema sanitario”, subrayan.