Para desconectar y coger fuerzas durante las vacaciones o una escapada de fin de semana no es necesario viajar a lugares remotos. Tenemos la suerte de vivir rodeados de belleza en todas sus magnitudes: ciudades históricas de lo más cosmopolitas, parques naturales que quitan el sentido, acantilados abruptos desde los que admirar playas kilométricas o calas salvajes… La variedad de los paisajes y los rincones más idílicos de Euskadi y Navarra, los convierten en destinos de cinco estrellas donde la diversión, la exquisita gastronomía y el buen ambiente están asegurados.
Vitoria-Gasteiz, una ciudad amable y verde
Visitar la Catedral de Santa María, sacarse una foto en la escultura vegetal de Vitoria-Gasteiz o degustar los buenos pintxos en cualquiera de sus bares le convierte en una ciudad amable, elegante, llena de leyendas e historias. Incluso fuente de inspiración de grandes novelas como ‘El silencio de la ciudad blanca’, de Eva García Sáenz, que también saltó a la gran pantalla.
La capital de Euskadi es una ciudad casi milenaria fundada en 1181 por el rey Sancho VI de Navarra. A día de hoy conserva intacto su trazado medieval en forma de almendra. El Casco Medieval aún alberga numerosos restos de este pasado histórico que le hicieron merecedor en el año 1997 de la declaración de Conjunto Monumental y la concesión más adelante de varios premios de la Unión Europea a la rehabilitación y recuperación de edificios y espacios emblemáticos. El visitante también puede contemplar en su recorrido por la parte antigua, templos góticos de indudable atractivo como la iglesia de San Miguel.
En la provincia alavesa se encuentran múltiples bodegas y viñedos
En cuanto a su gastronomía, es importante destacar que Álava es el centro temático del vino de Villa Lucía, ubicado en Laguardia. De hecho, en la provincia alavesa se encuentran múltiples bodegas y viñedos. Tanto es así que la Denominación de Origen Calificada Rioja (DOC Rioja) es una de las denominaciones de origen más antiguas de España con más de noventa años de vida y está considerada una de las ocho mejores de todo el mundo por su capacidad de mantener una elevada calidad en sus vinos.
Vitoria cuenta también con el museo de la miel, algunas rutas del queso y algunos restaurantes con estrella Michelin.-
Elciego y su buen ambiente
En la Rioja Alavesa nos encontramos con Elciego, tierra de vinos y patrimonio artístico. Pasear por su centro histórico, con su Plaza Mayor, y el gran monumento de la iglesia de San Andrés lo convierte en un lugar ideal para hacer una pequeña escapada. Las bodegas no pasan desapercibidas. Incluso el conocido arquitecto canadiense Frank Gehry decidió dejar su firma en una de las cuevas con más renombre de la zona. De hecho, es un destino paradisíaco para los amantes de la vitivinicultura.
Elciego cuenta con apenas 1.000 habitantes.; es pequeño pero con valor y encanto. Tradición y cultura se fusionan para dar carácter a un pueblo lleno de escudos nobiliarios, herrajes y palacios. Porque no todo va a ser comer y beber. Por algo será uno de los pueblos más visitados de la Rioja Alavesa.
Elciego es uno de los pueblos más visitados de la Rioja Alavesa
Asimismo, los aficionados al arte también tienen la oportunidad de disfrutar con diversas obras arquitectónicas como la parroquia de San Andrés y la ermita de la Virgen de la Plaza. Perderse por sus calles bien trazadas, unidas por pintorescas callejuelas repletas de palacios y casas de piedra blasonadas, es una auténtica delicia.
Elciego ofrece en cualquier época del año buen ambiente, bullicio y, un recuerdo imborrable en la memoria de los visitantes.
Mirador del salto del Nervión
Uno de los mayores atractivos turísticos ubicado entre Álava y Bizkaia es, sin duda, el Salto del Nervión. Ubicado en Amurrio, esta cascada de unos 270 metros de caída enamora a los amantes de la naturaleza y el senderismo.
Los hayedos y las vistas panorámicas se quedan grabados en las retinas de todo aquel que pisa este rincón de Álava. Por otro lado, existe la opción de ir hasta el desfiladero de Delika, que se encuentra cerca. Planear una excursión al Salto del Nervión es siempre la ocasión perfecta para reconectar con la naturaleza.