París - La Presidencia francesa ha abierto una investigación interna para examinar si Alexandre Benalla, el exagente de seguridad del presidente, Emmanuel Macron, se aprovechó de la influencia de su anterior cargo en un viaje reciente a Chad. El antiguo hombre de confianza del mandatario calificó ayer de difamatorias e irresponsables las declaraciones en su contra lanzadas desde el entorno presidencial, en un nuevo episodio que ha hecho resurgir la tensión entre el Elíseo y Benalla.

Benalla viajó a ese país a principios de mes y el jefe del Estado lo hizo a su vez el pasado 22 de diciembre para reunirse con el presidente de Chad, Idriss Déby, y con soldados franceses destinados allí. El viaje del exagente de seguridad, despedido en julio e imputado por actos de violencia cometidos en el marco de la manifestación del pasado 1 de mayo en París, en la que se hizo pasar por policía, fue desvelado el lunes por Le Monde.

Benalla estuvo acompañado por media docena de personas, viajó en avión privado, pagó los gastos con tarjeta de crédito y, según ese periódico, se reunió con el hermano del presidente chadiano, Oumar Déby, que está al frente de la Dirección General de la Reserva Estratégica (DGRS) del país. El Elíseo se apresuró a decir que fueran cuales fueran las actividades que llevó a cabo, “no es un emisario oficial u oficioso de la Presidencia”.

Investigación La Presidencia gala añadió que hay una investigación interna en marcha para analizar si se aprovechó de su antiguo título en favor de sus propios intereses. Benalla, a través de un comunicado enviado a los medios franceses, tachó de calumniosas las declaraciones “de ciertas personas del entorno del presidente”, y aseguró que planea denunciarlas ante la Justicia. Benalla añadió que fue a Chad para acompañar a una delegación económica extranjera en el marco de una inversión, y destacó que los gastos corrieron a cargo de la misma. - Efe