”Un retrato muy realista de la maternidad, con sus juicios, sus miedos y sus secretos”. Eso es lo que a juicio de la actriz alemana Diane Kruger ofrece la serie Pequeños desastres. que adapta la novela homónima de Sarah Vaughan, autora también de Anatomía de un escándalo, obra que Netflix convirtió en serie en 2022. 

Estrenada por HBO Max, la serie presenta a “cuatro mujeres embarazadas que se conocen en una clase de preparación al parto y que, aparte de la fecha prevista para dar a luz, no tienen nada en común, pero que se han apoyado mutuamente durante todo el proceso de la maternidad. En el centro del misterio se encuentra una de ellas, Jess (Diane Kruger), una madre ama de casa aparentemente perfecta cuyo mundo comienza a desmoronarse cuando lleva a su hija al hospital con una herida en la cabeza que no se explica. Su íntima amiga y médica de urgencias Liz debe tomar la difícil decisión de llamar a los servicios sociales poniendo en marcha una cadena de acontecimientos que sacuden no solo a sus familias sino a todo su grupo de amigas”. Todas las protagonistas acaban juzgando a las demás pero también a ellas mismas preguntándose si son malas madres.

La autora, Sarah Vaughan, ha participado en la producción de los seis capítulos de la serie y confiesa que sabía que “sería un thriller psicológico, pero no comprendí hasta el final que estaba escribiendo sobre un periodo oscuro de mi vida. Sufrí lo que llaman “TOC perinatal”, una especie de locura maternal que viví tras nacer mi segundo hijo”.

Mirada femenina

Diane Kruger, protagonista de cintas como Malditos Bastardos o Troya y que ha pasado este mismo mes por Iruñea para rodar parte de la película Each of us sobre el campo de concentración de Ravensbrück destinado exclusivamente a mujeres, explicó en su paso por el South International Series Festival de Cádiz, que aceptó el personaje porque la serie trata asuntos poco representados en el audiovisual como la maternidad y el postparto.

Destaca que, en Pequeños desastres, “la mirada femenina era muy importante” y reconoce que la experiencia en su papel de la serie está muy cercana a la personal. “Sé muy bien lo que supone ser madre y el juicio al que nos enfrentamos por parte de otras mujeres. Me gusta que la serie muestre los diferentes tipos de crianza, el estrés que supone para las relaciones y también para los hombres”, afirma.

También le atrajo una estructura narrativa que muestra los hechos desde diferentes perspectivas. “Me pareció interesante ver que no hay nada correcto o incorrecto. Me gusta que no se señale con el dedo lo que está bien y lo que está mal, excepto al culpable, claro. Eso lo hace mucho más interesante”, declara.