La costa vasca retrocederá en todo su litoral y Euskadi empezará a perder playas en los próximos diez años debido a la emergencia climática y a la subida del nivel del mar, según un informe difundido este martes por Greenpeace.

Según las estimaciones, la subida del nivel del mar afectará al 70% de las playas de Gipuzkoa y el 45% de las de Bizkaia.

La organización ecologista ha presentado el informe "Crisis a toda costa 2024", en el que repasa los principales riesgos a los que se enfrenta la costa española y también la vasca debido a la subida del nivel del mar, el aumento de la temperatura marina, la intensificación de los fenómenos meteorológicos extremos y la "turistificación" masiva.

Según evidencia, "no hay región costera, y Euskadi no es una excepción, que no esté expuesta a riesgos por exceso de urbanización e infraestructuras, contaminación, la construcción de barreras artificiales (como diques, espigones, paseos marítimos o puertos deportivos), el despilfarro de recursos naturales y el encauzamiento, soterramiento y desvíos de cauces fluviales".

Cambio climático

A estas "malas prácticas" y los "desequilibrios" que han provocado se suman ahora los efectos del cambio climático, según señala.

La subida del nivel del mar ocasionará la pérdida de playas en el litoral, según recoge Greenpeace, que ha recordado que según la denominada regla de Bruun, se estima que de media por cada centímetro que suba el nivel del mar, la costa retrocederá un metro.

Las estimaciones indican que la subida del nivel del mar afectará al 70 % de las playas de Gipuzkoa y el 45 % de las de Bizkaia y para final de siglo, en ciudades como Bilbao el mar "se habrá comido más de 40 metros de costa".

Según el informe, las aguas del Golfo de Bizkaia son "vulnerables" a las olas de calor marinas que se suceden desde 2022 y ello tiene un impacto negativo sobre la biodiversidad y los ecosistemas marinos, así como sobre la pesca.

"Amenazas"

Greenpeace ha considerado que en Euskadi, a pesar de tener "un litoral que sobrevivió con pocos proyectos al boom urbanístico, ahora está amenazado por uno de los peores ejemplos en un espacio protegido: el segundo museo Guggenheim dentro de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai".

Según ha denunciado, "allí el Ministerio de Transición Ecológica ha permitido que los Astilleros de Murueta eludan su responsabilidad de descontaminar los suelos y ha modificado la protección de la costa para permitir que las instalaciones se construyan a 20 metros de las marismas de Urdaibai".

La organización ecologista también ha denunciado la afección de la planta de Petronor en la ría del Barbadun, en Bizkaia, así como el proyecto para "construir una piscifactoría en los terrenos de la central nuclear de Lemoiz", también en Bizkaia, y "el proyecto de una granja de engorde de atún rojo en Getaria", en Gipuzkoa.

Greepeace ha alertado, además, de la "turistificación" en la cornisa cantábrica y entre otros lugares, ha citado el "masificado" San Juan de Gaztelugatxe, en Bizkaia.

Greenpeace pide medidas

La organización ecologista ha afirmado que "con una reducción moderada de las emisiones de gases de efecto invernadero se podría evitar el 40 % del retroceso de las playas de todo el mundo", por lo que ha pedido políticas "ambiciosas" con dicho fin.

También ha demandado que se ponga coto a la "turistificación" masiva con medidas como la limitación de vuelos y cruceros, el establecimiento de tasas o la limitación de alojamientos turísticos.

Otras medias que pide son prohibir proyectos en zonas de marismas y humedales, introducir las previsiones sobre el cambio climático en la planificación urbanística e impedir la construcción de infraestructuras que generen barreras artificiales que impiden que la arena se deposite en las playas y aumentan la virulencia de los temporales marinos.