Uno de cada cuatro euros en el Estado está en manos de solo el 1% de la población, los más ricos del país, los milmillonarios que se recuperan rápidamente de la inflación y que aumentan cada vez más su poder adquisitivo, según alerta un informe de Oxfam Intermón.

Este escaso porcentaje de grandes fortunas acumula el 23,1 % de la riqueza neta total, como refleja el estudio de Oxfam "Sobra mucho mes al final del sueldo", publicado este lunes coincidiendo con el inicio del Foro Económico de Davos.

En él, la organización vuelve a expresar su preocupación porque los salarios pierden peso y los ahorros de los más pobres disminuyen, al tiempo que las grandes empresas aumentan beneficios.

Si en 2008 el 1% más rico concentraba el 15,3 % de la riqueza neta total, en 2021 esta cifra aumentaba al 23,1 %, según los datos del banco Credit Suisse que recoge Oxfam, lo que demuestra que la riqueza en el Estado se concentra "cada vez en menos manos".

Uno de los motivos es que, aunque a los milmillonarios también les afecta la inflación y el valor de su riqueza cae, "sus ganancias se recuperan rápidamente, por encima del crecimiento del país".

Beneficios cada vez mayores para las grandes empresas

En 2021, las empresas del IBEX 35 obtuvieron ya un 63 % más de beneficios que en 2019 e, incluso, un 55 % más respecto a la media de los resultados de los cinco años previos a la pandemia, entre 2015 y 2019.

Y esta tendencia no ha hecho sino acelerarse en 2022, cuando las grandes compañías anunciaron resultados del tercer trimestre un 30 % superiores a los del mismo periodo del año anterior.

"Algunas de las grandes empresas y los superricos se han aprovechado del contexto de incertidumbre, la pandemia y la guerra en Ucrania y están sacando tajada, inflando precios y márgenes, a costa de una gran mayoría", denuncia el director de Oxfam Intermón, Franc Cortada, en el documento.

Según la organización, "los beneficios empresariales son los principales responsables del alza de los precios".

Las grandes compañías salen ganando

Además, Oxfam destaca que las grandes empresas y las orientadas a la exportación "parecen ser las más beneficiadas" por el contexto actual, mientras que este perjudica a las pequeñas y medianas empresas orientadas al mercado interno.

Este mayor dinamismo de los beneficios de las empresas "se confirma" con la evolución de sus márgenes (datos sobre ventas y costes), que no han dejado de crecer desde que bajaran a mínimos en el peor momento de la pandemia, cuando se encontraban en torno al 7,5 % de las ventas, es decir, cuando 7,5 de cada 100 euros de los ingresos se convertían en beneficios.

Durante los años de mayor reducción de la desigualdad (entre 2013 y 2019), eran precisamente entre 7,5 y 8,6 de cada 100 euros ingresados los que se transformaban en beneficios. Pero a finales de 2022 dichos márgenes fueron un 60 % superiores a los observados a finales de 2019, mientras que los salarios apenas crecieron un 4 %.

Amenaza de desigualdad profunda

Hasta ahora, el comportamiento del mercado laboral y, en especial, del desempleo marcaban la desigualdad económica en el Estado. Sin embargo, actualmente amenaza con hacerse "más profunda" por "el mayor dinamismo de los beneficios empresariales frente a unos salarios que pierden poder adquisitivo", resume Cortada.

Pese a que "toda la población sufre, sin excepción, con este aumento del coste de la vida", el impacto es mayor en las familias con menor renta, que deben destinar una parte mayor de sus "limitados ingresos" a productos básicos y necesarios, precisamente los que más han aumentado de precio, como la energía, la electricidad, el agua, el transporte y los alimentos.

Así, mientras que para los hogares más humildes mantener el mismo patrón de consumo que el año anterior ha sido un 12,6 % más caro, para aquellos con más ingresos la cesta de la compra ha aumentado menos: un 10 %.

Esto se traduce en que el alza de los precios ha reducido el poder de compra de las familias más pobres un 26 % más que el de aquellas con mayores ingresos.

La inflación más intensa de los últimos 40 años

La inflación promedio entre enero y noviembre se situó en el 8,6 %, lo que supone uno de los aumentos de precios "más intensos de las últimas cuatro décadas" en España, "uno de los países más desiguales de su entorno", denuncia Oxfam.

Todas las personas "serán más pobres en términos reales si los ingresos no suben acorde con este aumento en el coste de la vida", aunque hubiera una "ralentización en la variación de los precios", por lo que la organización pide al Gobierno un "pacto de rentas" para "evitar que los salarios sigan sufriendo el efecto directo de la inflación".

Y, a modo de conclusión, fija cinco prioridades: impulsar una política de rentas equilibrada, reforzar el impuesto a los beneficios extraordinarios, luchar contra la evasión fiscal, reformar el impuesto de sociedades, y promover mejoras en la gobernanza empresarial y en el apoyo a la pequeña y mediana empresa.