gasteiz - La cifra de asuntos movidos en 2014 en las distintas unidades judiciales existentes en la Comunidad Autónoma Vasca (resolvieron 281.583 casos por los 277.926 nuevos ingresados), dibuja un panorama de eficiencia en la actividad judicial, pero también presenta un horizonte de impasse; o dicho de otra manera, de estancamiento si no es atendida la insistente demanda de ampliar la plantilla de jueces y de crear nuevos juzgados. Más aún si, como se espera, la jurisdicción civil vuelva a ser cargada (a partir del 1 de julio en virtud a la modificación del Código Penal) con expedientes (accidentes de tráfico, faltas,...) que hasta esa fecha serán tramitadas por vía penal. Y es que, pese a que los principales valores y tasas sobre los que se calibra la evolución y sobre todo la eficiencia de la Administración de Justicia continúan en parámetros positivos (en comparación con otras comunidades) similares a los de ejercicios precedentes, la propia Judicatura vasca entiende -y así lo reclama- que su grado de eficacia podría ser mayor si se tuvieran en consideración sus reclamaciones para descongestionar y aliviar los juzgados, y de paso reequilibrar la actual carga de trabajo en determinadas jurisdicciones. Así queda reflejado en la Memoria Judicial del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) de 2014 en la que, un año más, se vuelve a poner de manifiesto que “la actual organización judicial lastra las posibilidades de mejora en la efectividad de la actuación judicial. Un año más -se resume en el documento- sin tribunales de instancia”. La competencia para crear nuevos partidos judiciales y juzgados corresponde al Gobierno español. “El problema es reorganizar toda la estructura, que es muy antigua. Y aunque las competencias estén transferidas todo lo que es planta [plantilla] corresponde a Madrid”, ilustraba Carlos Fuentenebro, presidente del Colegio de Abogados de Bizkaia. Con todo, este pasado 2014 los juzgados vascos sacaron adelante un mayor número de casos de los que entraron. Cierto es que el número de expedientes tramitados fue sensiblemente menor (10.348 asuntos menos en concreto) debido principalmente a la implantación de la Justicia de pago -las tasas judiciales-; pero en cualquier caso, las cifras son mejores que las presentadas por otras comunidades. “En Euskadi funciona mejor que en otros sitios. Un procedimiento dura mucho menos que en otros sitios, pero eso no quiere decir que no sea mejorable”, apostillaba Fuentenebro en declaraciones a DEIA al tiempo que confirmaba la existencia de ese problema de distribución ya que se está cargando algunos órganos con mucho más trabajo que otros y auguraba una saturación a partir de este 1 de julio de los juzgados de primera instancia con esa despenalización de algunos asuntos.
Congestión A pesar de sacar adelante más trabajo del que entra, queda aún pendiente de despejar la llamada tasa de congestión que, según se expone en la Memoria del TSJPV alcanza un valor de 1,25: es decir, cada año judicial arranca “con un número de asuntos en tramitación equivalente a la cuarta parte de los que ingresarán en los siguientes doce meses”. Esa tasa, no obstante, fue un 0,01% menor que en 2013 y, en el Estado español fue del 1,29. Esta tasa de congestión, además, no se distribuye homogéneamente: los juzgados de lo mercantil y los de familia se alejan de la media “presentando un acentuado nivel de congestión de 1,83 y de 1,52 respectivamente. Y la tasa de congestión también rebasa la media en los juzgados de lo social (1,76) y en los juzgados de lo contencioso-administrativo (1,67)”, concluye el informe.