GASTEIZ. En declaraciones a Efe, Giné ha contado que el jueves pasado recibió la noticia de que el nuevo fármaco que tanto anhelaba había llegado y que él sería uno de los primeros en recibirlo.
Se lo comunicó en persona el médico del Hospital de Cruces que lleva su caso y antes de entrar en la consulta se cruzó con otro enfermo de hepatitis C al que también le acababan de prescribir el nuevo fármaco.
El sábado empezó el tratamiento, que se compone de varios medicamentos, entre ellos el famoso Sovaldi, en el que los enfermos de hepatitis C depositan sus esperanzas de curación ya que se le atribuye más de un 90 por ciento de éxito.
Giné lleva 20 años diagnosticado de hepatitis C y ha sido trasplantado de hígado por una cirrosis pero el virus le ha vuelto a atacar y cada vez que iba a Cruces el diagnóstico era peor.
Durante un tiempo recibió un tratamiento farmacológico "muy duro" que no le sirvió para curarse y el equipo médico de Osakidetza que le atiende le dijo hace un año que estaba a punto de generar una segunda cirrosis.
Le hablaron entonces de una nueva medicación, llamada "Sovaldi", muy cara, y le dijeron que él estaba en la lista de los que la iban a recibir.
Un año después, Giné, ya ha empezado a ser tratado con este fármaco pero en todo este tiempo, este guipuzcoano que tiene a su pueblo de Legazpi volcado con él, no ha dejado de reclamar que la sanidad pública le garantizara a él y a todo el que lo necesitara el acceso a este tratamiento.
El pasado 10 de enero se desplazó a Madrid para participar en el encierro junto a un grupo de enfermos en el Hospital Doce de Octubre y en la marcha al Palacio de La Moncloa con el lema "Díselo al Gobierno: tratamiento para todos".
Giné fue a Madrid muy débil, por la enfermedad, pero se sentía en la obligación de acudir junto a las personas que luchan por todos los afectados de hepatitis C.
No sabía entonces que a su vuelta a Euskadi iba a recibir la noticia que estaba esperando desde hace un año.
Aunque lleva desde el sábado con el nuevo tratamiento todavía no se lo cree y dice que se siente como "en una nube".
A partir de ahora lo que quiere es descansar, volver a hacer su vida cuando se encuentre mejor y viajar, que es una de sus pasiones.
Su mujer se jubila este año y Giné sueña con que el tratamiento haga su efecto y puedan ver los Fiordos noruegos. Antes tendrá que convencer a su pareja para que le deje elegir el destino pero él lo tiene muy claro.
"Antes de morir tengo que ver los Fiordos, necesito verlos", ha afirmado.
Está convencido de que su esfuerzo y su lucha han merecido la pena aunque confiesa que en el País Vasco se ha sentido muy solo porque el resto de enfermos de hepatitis C no se han movilizado hasta ahora.
De todas formas, considera que el 2015 no ha podido empezar mejor y está feliz.