ankara - Tres días después del desastre minero que ha costado la vida a unos 300 obreros en la ciudad de Soma, en el extremo oeste de Turquía, la empresa minera rechazó ayer cualquier responsabilidad en el accidente. El director general de la empresa Soma Holding, Ramazan Dogru, admitió desconocer las causas del incendio que se declaró en la mina de lignito el martes pasado, pero subrayó que la compañía "no ha cometido errores".
Descartó que el fuego se debiera a la explosión de un generador eléctrico, versión oficial de los primeros días, y apuntó a que el carbón se incendió por sobrecalentamiento. No supo responder a la pregunta de por qué nadie se dio cuenta del riesgo antes de que fuera demasiado tarde.
Akin Çelik, otro ejecutivo de Soma Holding, adujo que todo ocurrió "en 3-5 minutos" y que la gran cantidad de humo redujo la visibilidad "a cero". Aseguró que la mina disponía de una cámara de supervivencia, apta para 500 personas, pero que estaba en fase de ser desmontada para ser trasladada a otro emplazamiento de la mina, razón por la que no pudo ser utilizada durante el accidente. Según la cadena CNNTürk, la ley turca no obliga a que las minas dispongan de una cámara de supervivencia.
El accidente en la mina, que se ha cobrado ya 284 vidas y que podría elevarse a 302, ya que hay 18 desaparecidos, volvió a ser ayer el detonante de nuevas protestas ciudadanas en Soma. La Policía antidisturbios turca dispersó con gas lacrimógeno y cañones de agua a presión una manifestación en la que se habían congregado unas 10.000 personas.
Un amplio contingente de la Policía cerró a media tarde el camino a una marcha que recorría las calles de Soma para exigir que el Gobierno "rinda cuentas al pueblo". Numerosos mineros han denunciado en los últimos días la preocupante ausencia de medidas de seguridad en las minas turcas, que achacan a una falta de supervisión por parte del Gobierno, más interesado en privatizarlas que en un control exhaustivo de las condiciones de trabajo.
En los últimos días ha habido protestas similares, también reprimidas por la Policía, en las ciudades de Estambul, Esmirna y Ankara, entre otras, pero es la primera intervención de este tipo en la propia ciudad donde tuvo lugar el accidente minero.
vídeo y foto Por otra parte, varios diarios turcos difundieron ayer vídeos del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, agrediendo a un ciudadano en las protestas durante su visita a Soma. Se aprecia cómo, rodeado por una muchedumbre que grita "Gobierno, dimisión", se encara con algunos manifestantes, y sigue hasta un supermercado. Una vez allí, el primer ministro abofetea en medio de la tensión y confusión a un cliente del establecimiento y también a una joven cajera que intentaba filmar el suceso. El cliente agredido aseguró que él no formaba parte de los manifestantes, sino que estaba en el supermercado para realizar sus compras.
Por su parte, un asesor de Erdogan también se vio obligado a disculparse públicamente el jueves tras la publicación de una fotografía en la que aparece dando una patada a un manifestante en Soma. "Pido perdón por no ser capaz de contenerme ante todas las provocaciones, insultos y ataques que sufrí", dijo Yusuf Yerkel. - Efe/E.P.