SANTANDER. Encantados de participar en este acto, Arzak y Subijana han recordado que el bocadillo de calamares (las rabas cántabras) es un recurso para los estudiantes y reconocen que comieron "miles" de ellos en sus "tiempos mozos".

El reparto se ha organizado en el marco de la Asamblea Euro-Toques España 2014, que durante dos días ha reunido en la capital cántabra a más de un centenar de los mejores cocineros del Estado.

Para la ocasión, miembros de la Asociación de Cocineros de Cantabria han preparado más de 300 metros de bocadillos, con más de 200 kilos de rabas fritas en unos 50 litros de aceite.

Los bocadillos se han repartido en la plaza Porticada de Santander, donde antes de que llegaran los grandes cocineros, decenas de personas ya rodeaban el recinto vallado.

La espectación era máxima, y las cámaras de fotos han empezado a disparar cuando, primero, el cocinero catalán Joan Roca y, después, Juan Mari Arzak y Pedro Subijana, han hecho acto de presencia en el recinto, junto al resto de los cocineros que han participado en la asamblea de Euro-Toques.

Los tres, junto al presidente de los cocineros cántabros, Floren Bueyes, han sido los encargados de romper el fuego y cortar los primeros bocadillos.

En ese momento se ha dado paso al público que, en fila, no ha dudado ni un momento y se ha dirigido directamente a donde estaban estos grandes cocineros para recibir el bocadillo de sus manos.

Sin embargo, la estrella ha sido Karlos Arguiñano, que se ha retrasado unos minutos y que en el momento en que ha llegado se ha convertido en el más buscado para las pantallas de los teléfonos móviles.

La gente no ha parado de saludarle y pedirle que posara para una foto, a lo que el cocinero vasco se ha prestado siempre con una sonrisa.

"Todos los cocineros que estamos aquí amamos la cocina, amamos los productos de la tierra, amamos a la gente, y nosotros lo que hacemos es meterles las cositas por la boca. Y por la boca entra la salud y la enfermedad, y nosotros estamos por la salud. Y el que come bien crece bien", ha sentenciado Arguiñano a través del micrófono, entre los aplausos del publico.

Mientras, los bocadillos de rabas han ido desapareciendo casi sin dar tiempo a los cocineros a partirlos y entre la opinión generalizada de los que han acudido de que "no hay nada más rico".

"Está buenísimo", ha sido el comentario más escuchado entre las decenas de personas que hoy no han querido perderse la oportunidad de comer un bocadillo de rabas gratis y saludar a los mejores cocineros del Estado.