la prolífica labor investigadora del Hospital Santiago de Gasteiz no para de sumar reconocimientos, al tiempo que sus profesionales son invitados a eventos de referencia a nivel europeo para dar cuenta de sus avances. María Teresa Audicana, alergóloga del centro de la calle Olaguíbel, participó como ponente los pasados días 23 y 24 de mayo en un encuentro profesional organizado en Roma por los laboratorios nacionales de referencia para parásitos donde expuso sus últimas investigaciones en torno al parásito anisakis, presente en el pescado, y sobre el que ha acumulado una amplia bibliografía a lo largo de su carrera. No hay que olvidar que Santiago, allá por 1994, fue el primer centro sanitario del Estado en detectar un caso de shock anfiláctico -reacción alérgica extrema- por anisakis, el primero también descrito a nivel mundial.

El parásito, al margen de ocasionar problemas digestivos, es el responsable del 10% de los casos de anafilaxia y el 32% de los de urticaria, lo que lo convierte en una de las principales causantes de la alergia alimentaria en adultos. Según los datos aportados por Audicana, a lo largo de un año se diagnostican 25 nuevos casos de urticaria y ocho cuadros graves de alergia en Álava, que se mantienen similares a lo largo del tiempo "con pequeñas variaciones".

merluza y anchoas Cualquier especie de pescado de mar puede alojar en sus vísceras larvas de anisákidos, aunque las tasas de parasitación dependen de la especie, además de la zona en la que se capturen. Audicana concreta que, en Euskadi, los casos más habituales de alergia al anisakis están relacionados con el consumo de merluza, seguida de cerca por la anchoa. Curiosamente, en otros estudios realizados en Madrid y Galicia los episodios alérgicos se relacionan más con la ingesta de pescados crudos, en concreto boquerones en vinagre.

Los profesionales que se dedican al estudio del anisakis cuentan todavía con un amplísimo campo de trabajo por delante, porque desgraciadamente, en el campo de los tratamientos, a día de hoy únicamente se dispone de las dietas de eliminación. El problema, y ésta constituye "una de las principales preocupaciones" de los alergólogos, no es que sean capaces de diagnosticar una alergia al parásito sino el verdadero valor de las pruebas que se realizan para localizarlo, porque "en ocasiones son positivas en exceso y se corre el riesgo de excluir de la dieta los pescados sin verdadera necesidad".

En concreto, en el diagnóstico de alergia a este parásito del pescado, explica Audicana, se están implantando nuevas técnicas de diagnóstico de laboratorio, in vitro, que van a aclarar los casos más dudosos. "Esto puede ser muy importante para evitar dietas innecesarias y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes", advierte Audicana.