El verano es sinónimo de vacaciones, aire libre, playa y piscina. Sin embargo, esta época del año también conlleva ciertos riesgos para la salud ocular que muchas veces se pasan por alto. La exposición prolongada al sol, el contacto con agua clorada o salada, y los cambios en las rutinas pueden afectar a los ojos de forma significativa. En esta entrevista, Aritz Urcola Carrera jefe de la Unidad de Gestión Clínica de Oftalmología de Osakidetza en la OSI Araba explica cuáles son los principales peligros para los ojos durante el verano, cómo prevenirlos y qué hábitos conviene adoptar para disfrutar de las vacaciones sin comprometer la salud visual. Desde la elección adecuada de gafas de sol hasta el uso responsable de lentes de contacto, explica la importancia de cuidar también la salud visual durante el verano.
¿Cuáles son los principales riesgos para la salud ocular durante el verano?
–En verano y en vacaciones solemos modificar nuestros hábitos y rutinas; hacemos una vida más en el exterior y estamos más en contacto con la naturaleza; y esto puede afectar a nuestra salud ocular. Es beneficioso hacer un menor trabajo de cerca y alejarnos de las pantallas desde el punto de vista de la superficie ocular, pero, por el contrario, estamos más expuestos a traumatismos, radiación UV y conjuntivitis infecciosas en algunos medios.
¿El sol puede dañar directamente los ojos aunque no lo miremos de frente?
–Hay determinadas actividades que incrementan la exposición a la radiación UV aunque no lo miremos de frente. Por ejemplo, en el mar se refleja un 10 % más de radiación y a esto le debemos sumar más horas de exposición prolongada, ausencia de sombra y un horizonte abierto si se sale a navegar o pescar. Del mismo modo en el monte con la particularidad de que esta mayor radiación y exposición se incrementa significativamente con la altitud. No es lo mismo subir al Gorbea que al Aneto.
¿Qué papel juega la radiación UV en los problemas oculares?
–Los problemas oculares pueden ser muy variados y surgir a todos los niveles; desde los párpados hasta la retina. En los párpados, una mayor exposición incrementa el riesgo a varios tipos de cánceres de piel como el basocelular, que es el más común, el espinocelular y el melanoma, con mayor agresividad. En la conjuntiva, la exposición crónica de años, incrementa el riesgo de padecer pterigium, que es un tipo de degeneración conjuntival que en ocasiones debe ser intervenida. En la córnea, un tipo de queratitis actínica (úlceras corneales) por la exposición intensa y aguda. En el cristalino, mayor riesgo de padecer cataratas y finalmente, en la retina tiene una asociación demostrada con la degeneración macular asociada a la edad que conlleva a la pérdida de la visión central.
¿Qué tipo de gafas de sol deberíamos usar para protegernos correctamente?
–Por tanto, la respuesta a todo ello es la concienciación y la protección a todos los niveles. Cremas de protección solar facial, gafas de sol adecuadas y homologadas y viseras y gorros para los niños.
¿Las gafas de sol sin filtros homologados pueden ser perjudiciales?
–Evidentemente, en ese caso tendremos una falsa sensación de protección ocular.
¿Hay diferencia entre gafas polarizadas y gafas con filtro UV?
–Son ópticamente distintas, las primeras reducen el reflejo de determinados haces de luz, las más horizontales; importantes en el mar, la nieve o el asfalto. Las ultravioletas bloquean la radiación UV y por tanto nos protegen de todo lo indicado antes. Unas sobre todo nos dan confort y las segundas nos protegen. Lo ideal es combinarlas sabiendo que lo principal es el filtro UV.
"Con las pantallas, al mirarlas con atención, disminuye la frecuencia del parpadeo y esto puede generar un ojo seco por exposición"
¿Qué precauciones debemos tomar en la playa o en la piscina?
–Tanto en la playa como en la piscina nuevamente la protección frente a exposición a la radiación UV por la superficie de agua. La particularidad de la playa son los granos de arena que suele ser un motivo de consulta urgente en caso de contactar con la córnea o quedarse en los fondos de saco de la conjuntiva que pueden provocar una conjuntivitis irritativa y en algunos casos úlceras corneales. Y en la piscina, en lo que hay que poner el foco es en las condiciones en las que esté el grado de cloración del agua para evitar una conjuntivis química si hay exceso de cloro con un pH mal regulado.
¿El agua clorada o el salitre pueden afectar a la salud ocular?
–El salitre al tener una solución hipertónica (alta concentración de sal) puede generar irritación y escozor ocular. Nada grave si no hay un problema de superficie ocular de base como pudieran ser alteraciones del epitelio corneal o cirugías oculares recientes.
¿Es recomendable usar gafas de natación? ¿Qué tipo?
–Sí, es recomendable, así como evitar abrir los ojos dentro del agua en las piscinas y pantanos. Fundamentalmente, en aquellos lugares con el agua embalsada y no tratada por el riesgo de contaminación de gérmenes (acanthamoebas, pseudomonas…).
¿Es seguro usar lentes de contacto en verano? ¿Y en el agua?
– En verano, por todo lo dicho anteriormente, tenemos que extremar las precauciones con el uso de las lentes de contacto. Mantener los hábitos de uso adecuado e higiene de las lentes de contacto como hacemos el resto del año, sin relajarse ni descuidarse. Y evitar a toda costa bañarse en piscinas, ríos, lagos y pantanos con lentes de contacto porque es donde detectamos las infecciones corneales más graves.
"Evitar a toda costa bañarse en piscinas, ríos, lagos y pantanos con lentes de contacto"
¿Cuáles son los errores más comunes que comete la gente con las lentillas en esta época?
– Descuidarse y no ser conscientes de los riesgos que acarrea un uso indebido de lentes de contacto en condiciones poco higiénicas y exponerse a una infección corneal grave.
¿Qué cuidados especiales necesitan los niños en verano en cuanto a los ojos?
– Nuevamente extremar la exposición a la luz UV con gafas y si son muy jóvenes con gorras.
¿Es igual de importante que los niños usen gafas de sol?
–Exactamente igual que les protegemos de la piel con crema solar también debemos proteger sus ojos.
¿Qué síntomas deberían hacernos acudir al oftalmólogo en verano?
–Un ojo rojo intenso, el escozor marcado y el dolor con fotofobia (molestia intensa ante la luz). Todo ello puede indicar un problema corneal como consecuencia de la exposición a la luz, una conjuntivitis aguda o una infección corneal.
¿Qué podemos hacer si notamos irritación, picor o enrojecimiento tras un día de sol o piscina?
–Si sospechamos el contacto con arena, con una crema que ha entrado en contacto con la conjuntiva o con agua mal clorada, lavado intenso con suero fisiológico. Es adecuado y recomendable también el uso de lágrimas artificiales y llevarlas, por tanto, en el botiquín de viaje en verano. Y evidentemente, si persisten los síntomas consultar a un especialista.
"Hay determinadas actividades que incrementan la exposición a la radiación UV aunque no lo miremos de frente"
¿Hay algún colirio o producto recomendable para hidratar o cuidar los ojos en verano?
–Las lágrimas artificiales, que hay de muchos tipos, y lo idóneo es que sean sin conservantes. Hay de muchos tipos y cada paciente tiene su preferencia en función de la composición y tipo de envase. Conservarlas adecuadamente, evitando lugares muy calurosos, al igual que los estuches de lentes de contacto.
¿Cómo afecta el uso prolongado de pantallas en verano (por ejemplo, con el móvil o la tablet al aire libre)?
–Con las pantallas lo que ocurre es que al mirarlas con atención disminuye la frecuencia del parpadeo y esto puede generar un ojo seco por exposición.
¿Qué hábitos recomendarías adoptar en verano para proteger la salud ocular?
–Crema solar, gafas de protección, gorras, lágrimas artificiales y evitar bañarse con lentes de contacto.