La búsqueda de alimentos nutritivos y beneficiosos para el cuerpo humano se ha convertido en una prioridad. Por eso, la espirulina ha ganado reconocimiento como una microalga de color verde azulado que, en realidad, es un conjunto de microorganismos bacterianos unicelulares. Esta fue una fuente de alimento para los antiguos aztecas y crece de forma natural en aguas alcalinas, especialmente en áreas intertropicales.

Lo que muchos desconocen es que la espirulina también se cultiva en Lleida, Málaga y otros puntos de España. Una de las razones de su creciente popularidad es su impresionante perfil nutricional, ya que contiene proteínas de alta calidad: aminoácidos esenciales que requiere el cuerpo humano.

Por ello, los asiáticos son los reyes indiscutibles en el consumo de espirulina; no faltan en las sopas, en los guisos y en las guarniciones de arroz. Ellos son los reyes de la longevidad y no se caracterizan precisamente por tener unos altos niveles de obesidad.

La espirulina se ha ganado un lugar en las despensas del hogar como fuente de vitaminas, minerales y proteínas en dietas veganas, además de su papel antioxidante para prevenir enfermedades crónicas y como aliada en la pérdida de peso. Incluso, la NASA ha incluido la espirulina en la alimentación de los astronautas debido a que es un suplemento sumamente nutritivo.

Qué es la espirulina

Durante mucho tiempo, la espirulina ha sido considerada como una alga verdeazulada, pero en realidad es una bacteria, específicamente una cianobacteria que contiene clorofila y tiene la capacidad para realizar fotosíntesis. Esta bacteria crece en aguas alcalinas de zonas cálidas en diversas partes del mundo y se cultiva en estanques de agua dulce y salada.

Para su recolección, el cultivo se bombea a través de un filtro o un centrifugador y luego se seca al sol o con aire caliente. Se emplea tanto como colorante alimentario natural y suplemento dietético, consumiéndose en polvo, cápsulas o disuelta en agua o zumos.

Beneficios de consumir espirulina

La espirulina cuenta con un perfil nutricional completo al situarse como una fuente de alta calidad. Este alimento es un complemento ideal para aquellos que siguen dietas vegetarianas  o veganas. Además, posee omega 3 y 6 esenciales para la salud neuronal y cardiovascular.

En cuanto a la salud cerebral, podría luchar contra enfermedades neurodegenerativas, como el alzheimer, el parkinson y la esclerosis múltiple. Los científicos de la Universidad de Bari, en Italia, destacaron que, durante el envejecimiento el cerebro, es más propenso al daño neuronal. No obstante, la espirulina fortalece y compensa las deficiencias nutricionales, además de mejorar las funciones cerebrales.

Pero eso no es todo; se identificó que permite disminuir calambres, disminuye la fatiga mental y el cansancio excesivo, por lo que podría brindar beneficios a procesos inmunodeficiencias y hasta ayuda a combatir la obesidad.

Cómo consumir la espirulina

Un plato de espirulina.

La espirulina también se encuentra en la cocina moderna. Su presentación en polvo es utilizada como un sustituto de la harina en distintos platillos al ser un ingrediente versátil. Su incorporación en la dieta contemporánea debe darse paulatinamente, aunque se encuentra de manera práctica en polvo, tabletas y cápsulas, y puede añadirse a un sinfín de recetas para enriquecerlas nutricionalmente.