Fumar es uno de los hábitos más perjudiciales para la salud que se puede prácticar, ya que es una de las principales causas de enfermedades y muerte prematura en todo el mundo.
A pesar de las advertencias, millones de personas continúan fumando diariamente, subestimando los efectos devastadores del tabaco en su salud.
A continuación, se detallan las consecuencias que fumar todos los días tiene en el cuerpo.
Daños respiratorios
El humo del tabaco contiene más de 7.000 químicos, muchos de los cuales son tóxicos y dañinos para los pulmones.
Fumar daña las vías respiratorias y los alveolos, pequeñas bolsas de aire en los pulmones. Con el tiempo, los fumadores pueden desarrollar enfermedades respiratorias crónicas como la bronquitis crónica y el enfisema, ambos componentes de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La EPOC dificulta la respiración y no tiene cura, empeorando progresivamente.
Riesgo de cáncer
Fumar es responsable de aproximadamente el 85% de todos los casos de cáncer de pulmón.
Además, los fumadores tienen un mayor riesgo de desarrollar varios otros tipos de cáncer, incluyendo cáncer de boca, garganta, esófago, páncreas, vejiga, riñón y estómago.
Los carcinógenos en el humo del tabaco dañan el ADN de las células y promueven el crecimiento de tumores malignos.
Enfermedades cardiovasculares
El tabaco es un importante factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Fumar aumenta la presión arterial, reduce los niveles de oxígeno en la sangre y daña los vasos sanguíneos. Esto conduce a un mayor riesgo de aterosclerosis (endurecimiento y estrechamiento de las arterias), ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Incluso fumar un solo cigarrillo al día puede tener efectos nocivos en el sistema cardiovascular.
Sistema inmunológico
Fumar debilita el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a infecciones.
Los fumadores tienen más probabilidades de sufrir resfriados, gripes y neumonía. Además, las heridas y las infecciones en los fumadores tienden a curarse más lentamente debido a la disminución del flujo sanguíneo y del suministro de oxígeno a los tejidos dañados.
Salud bucodental
El tabaco tiene efectos devastadores en la salud bucodental. Fumar mancha los dientes, causa mal aliento y contribuye a la enfermedad de las encías.
Los fumadores también tienen un mayor riesgo de perder dientes y de desarrollar cáncer oral.
Efectos en la piel y el envejecimiento
Fumar acelera el envejecimiento de la piel, causando arrugas prematuras y una tez apagada.
La reducción del flujo sanguíneo y el daño a las fibras de colágeno y elastina hacen que la piel pierda su elasticidad y firmeza.
Además, fumar contribuye a la aparición de manchas en la piel y empeora enfermedades dermatológicas como la psoriasis.
Impacto en la salud reproductiva
En los hombres, fumar puede llevar a la disfunción eréctil debido al daño en los vasos sanguíneos y a la reducción del flujo sanguíneo.
En las mujeres, fumar puede afectar la fertilidad y aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como nacimientos prematuros, bajo peso al nacer y síndrome de muerte súbita del lactante (SIDS). Además, las mujeres fumadoras tienen una menopausia más temprana.
Fumar todos los días tiene efectos profundamente negativos en prácticamente todos los sistemas del cuerpo. Desde enfermedades respiratorias y cardiovasculares hasta cáncer y problemas de piel, los daños causados por el tabaco son extensos y severos.
Dejar de fumar es la mejor decisión que un fumador puede tomar para mejorar su salud y aumentar su esperanza de vida.
Afortunadamente, hay numerosos recursos y apoyos disponibles para ayudar a las personas a dejar el tabaco y comenzar un camino hacia una vida más saludable.