Conocida como Madalenas o Madalen Eguna, esta fiesta de tradición marinera se celebra cada 22 de julio, sobre todo entre las localidades de Bermeo, Mundaka y Elantxobe. Desde la sana rivalidad, esta fiesta rememora una antigua disputa entre los municipios de Bermeo y Mundaka por la posesión de la isla de Izaro. Y es que cuenta la tradición que para terminar con la disputa, ambas localidades compitieron en una regata, con Elantxobe como árbitro mediador. Resulta que Bermeo se coronó como el ganador, por lo que la isla de Izaro pasó a convertirse entonces en propiedad de esta localidad.
Desde entonces, todos los años, el 22 de julio, se celebra la fiesta de Madalenas, en la que participa gran parte de la comarca de Busturialdea. Miles de personas ataviadas con su conjunto de mahón azul oscuro llenan las calles empedradas con el objetivo de disfrutar de este espectacular ambiente festivo. Ese día, por la mañana, la corporación municipal de Bermeo se reúne para acudir a la misa mayor que tiene lugar en la iglesia de Santa Eufemia.
Poco después, las fanfarrias y las kalejiras con flautas animan las calles del pueblo con su música y sus bailes y, posteriormente, se parte en barco en una romería marítima hasta la isla de Izaro. Una vez allí, el alcalde o alcaldesa de Bermeo, actualmente Nadia Nemeh Shomaly, lanza una teja al mar simbolizando que desde ese lugar todo pertenece a Bermeo.
Tras llegar a la isla, se coloca en el lugar más alto una ikurriña y la bandera de Bermeo, para más adelante dirigirse con las embarcaciones hasta Elantxobe. El alcalde o alcaldesa de dicha localidad, actualmente Patxi Egurrola, entrega la makila o bastón de mando al alcalde o alcaldesa de Bermeo. Allí, con la presencia del alcalde o alcaldesa de Mundaka también, actualmente Sorne Rubio, el grupo Alkartasuna nos deleita con sus bailes y sus aurreskus.
Por la tarde, el barco se dirige de Elantxobe a Mundaka, llegando más tarde sobre las 19.30 horas a Bermero, donde los pasacalles y las fanfarrias reciben a los tripulantes con más música y aurreskus, y se dirigen al ayuntamiento de la localidad, llevando a cabo también una bajada por las escaleras de San Miguel. Como colofón final, se suele celebrar un multitudinario encuentro repleto de música en el puerto. Esta se alarga hasta la noche, concluyendo el día con una gran fiesta en la que miles de personas participan y festejan la hermandad entre los tres municipios.
Una plataforma giratoria
Hablando de fiestas, cabe destacar como curiosidad que, sobre todo por parte de los jóvenes, Madalenas es celebrado durante el día en el puerto de Elantxobe. Son tantos los participantes de toda la comarca de Busturialdea que allí acuden con su mahón, que no es raro el que alguno acabe dándose un chapuzón por falta de espacio. Esto se ha convertido casi en una pequeña tradición que los más atrevidos suelen llevar a cabo por voluntad propia y sin desatarse su pañuelo azul marino y blanco en ningún momento.
Y es que el tema del espacio en Elantxobe es reseñable, ya que como segunda curiosidad, esta villa marinera presenta una plataforma giratoria que permite a los autobuses poder dar la vuelta en sus estrechas calles.
Por lo tanto, aún más en el día de Madalenas, difícil va a ser contar la cantidad de veces que gira esa plataforma con los muchos autobuses que llegan a Elantxobe, cargados casi hasta los topes con los vecinos que buscan disfrutar de esta maravillosa tradición. Es ya por la noche cuando la fiesta se traslada de forma más oficial a la localidad de Bermeo.
No solo en la comarca de Busturialdea
No obstante, en otras zonas de Bizkaia también se llevan a cabo festejos este 22 de julio. Por ejemplo, en Arrigorriaga, donde se conmemora la festividad de Santa María Magdalena y se organizan diferentes tipos de actividades: exhibiciones de deporte rural, festival folklórico internacional, concursos gastronómicos y todo tipo de eventos culturales, deportivos y lúdicos. Algo similar ocurre con Plentzia, que suele celebrar las Fiestas de Madalenas como sus fiestas patronales en estas fechas, al igual que el barrio de La Arboleda en Trapagaran, que celebra también las Fiestas de La Magdalena.
También fuera de Bizkaia
No obstante, dichas fiestas no solo se celebran en territorio vizcaino. Y es que en Errenteria, por ejemplo, durante una semana se organizan infinidad de actividades dirigidas a todo tipo de público. Desde celebraciones religiosas, competiciones deportivas o conciertos, hasta actividades tradicionales, juegos para los más txikis, verbenas y animación callejera.
Asimismo, barrios de Ezkio-Itsaso, Oñati y Gabiria también se visten de fiesta para Madalenas. En el caso de Álava, localidades como Artziniega, Ayala o Bernedo, en Urturi, tampoco se quedan atrás a la hora de celebrar estas fiestas.
Madalenas no es solo una fiesta, es el latido de generaciones que encontraron en el mar no solo su sustento, sino también una forma de convivir, recordar y celebrar. Entre aurreskus, pasacalles y chapuzones, laten las almas de unos habitantes que no olvidan que, más allá de la rivalidad, es la hermandad lo que verdaderamente los une. Un símbolo de unión, orgullo y tradición compartida.