Hay un punto común que une a las provincias vascas: Besaide. También conocido como el Km 0 de Euskadi, y ubicado entre los conocidos montes de Udalaitz y Anboto, es un pequeño punto de 564 metros.

Al margen de estar situado en el corazón de los tres territorios, hay otro detalle que hace de esta cumbre un lugar único: el monumento que rinde homenaje al “montañero desaparecido”, y otro conocido como “fuente de vida”.

Montañeros en la cima del Besaide Ruben Plaza

Sin embargo, el Besaide y sus alrededores también guardan otras maravillas, como unas espectaculares vistas a ojos de todo montañero que decida emprender esta subida. Los alrededores de este pico, rodeados de maravillosa naturaleza y dividido por los municipios de Aramaio (Álava), Atxondo y Elorrio (Bizkaia) y Arrasate (Gipuzkoa), son toda una invitación a la aventura.

Los alrededores de la cima del monte Besaide Javier Colmenero

A pesar de que existen muchas maneras de alcanzar la cima del Km 0 de Euskadi, existen 3 principales rutas, ideales para descubrir los parajes más bellos del centro de unión de las tres provincias vascas:

Desde Elorrio

El recorrido parte desde la rotonda superior de la carretera de circunvalación de Elorrio (salida dirección a los polígonos industriales). Desde una pista de cemento, aparece una señal al Besaide, que en una aproximación llega hasta el desvío al Memaia, en una hora como mucho.

Una vez allí, hay que bajar hasta el cruce donde se cruzan el GR-123 y la ruta de ascensión a Udalaitz, todo ello en algo más de una hora. Siguiendo la pista principal, es fácil dar con la fuente de Besaide. Avanzando unos metros, se aprecia un camino a la izquierda que sube hasta la cumbre y el monumento, todo ello en una hora y veinte minutos.

El monte Udalaitz Jabi Leon

Por Kanpazar

Al otro lado del la carretera, delante del área recreativa de Kanpazar, hay una pista de tierra, señalizada por una baliza de madera dirección a Besaide. Si seguimos las marcas de la GR-121, empezamos un sendero que nos lleva por las faldas del Udalaitz.

En menos de una hora, llegamos a una colina cubierta por un encinar, donde se ubica la ermita de Santa Lucía. Pocos metros más adelante, encontramos un buzón montañero del que, si continuamos caminando, llegaremos a un cruce que indica la dirección para llegar a la cumbre de Besaide.

Señal que indica el puerto de montaña de Kanpazar Archivo

Sendero desde Arrazola

La de Arrazola una salida muy familiar y probablemente de la más accesible, de una hora aproximada de duración. Hay un parking y un merendero al inicio de la excursión, por lo que es fácilmente distinguible.

Desde ahí, hay una ermita de San Roque, de estilo barroco, así como restos de la línea de ferrocarril que se inauguraba el 1 de Febrero de 1904 como ferrocarril minero. La ruta, rodeada de plena naturaleza, es muy asequible y no supone muchas dificultades.

Paseo de Arrazola (Atxondo) Archivo

Historia del “montañero perdido”

En 1953, cuatro montañeros vascos intentaron subir al Mont Blanc, pero las condiciones meteorológicas no fueron las mejores y tuvieron un trágico desenlace. Una terrible tempestad les sorprendió entre un refugio y la cima, por lo que quedaron atrapados y fallecieron. Por ello, el Club Vasco Navarro de Montaña inauguró el 30 de octubre de 1955 un monumento en su honor.

Desde entonces, todos los años se celebra el Día del recuerdo a todos los montañeros y montañeras que perdieron la vida en accidentes. A pocos metros y descendiendo unas escaleras, se puede ver otro monumento: ‘fuente de vida’. En este caso, fue una obra del japonés Yoshin Ogata y encargada por la Euskal Mendizale Federazioa en 1990.

17

En imágenes: Monte Gorbea, una ruta espectacular para despedir el año Gonzalo Pérez Zunzunegui