-Emily Bauer, la camarera de un restaurante del estado de Texas que recibió una generosa propina de 2.000 dólares (1.649 euros), se vio sorprendida cuando no pudo recibir ni un centavo de esta debido a las políticas administrativas del local. Bauer, quien apenas llevaba dos semanas trabajando en el restaurante Red Hook Seafood and Bar, contó que durante su turno del domingo, en el que le tocó atender gran cantidad mesas, se disculpó en repetidas ocasiones con los comensales por la lentitud del servicio. Sin embargo, un hombre, que resultó ser dueño de tres restaurantes, comprendió la situación por la que atravesaba la trabajadora y decidió dejarle una generosa propina de 2.000 dólares (1.649 euros). “¡Feliz Navidad! ¡Sigue trabajando duro!”, escribió el cliente en la cuenta junto a la suma de la propina. Al descubrir el dinero, Bauer comenzó a llorar. Sin embargo, la empleada no la recibió por culpa de las políticas administrativas del establecimiento que no permitían procesar propinas superiores a los 500 dólares (412 euros). Para fortuna de Bauer, el incidente se volvió viral y su bar accedió a pagarle la propina.
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