El exminero José Emilio Suárez Trashorras, condenado a 34.175 años de cárcel como colaborador necesario en los atentados del 11M por haber facilitado los explosivos a los terroristas, ha pedido "perdón a todas y cada una de las víctimas" y ha defendido que ahora es otra persona distinta a la de hace veinte años.

Así lo ha trasladado a EFE su abogado, Marco Suárez, quien ha añadido que Suárez Trashorras, que ahora tiene 47 años, lleva dos décadas sin relacionarse con personas del entorno criminal que le llevó a ser condenado.

Trashorras dice llevar "una mochila que pesa mucho" por unos atentados que dejaron 193 asesinados y más de 2.000 heridos.

El exminero, que cumple condena en el Centro Penitenciario de Asturias, recuerda cómo encontró su "ruina" cuando de joven comenzó a salir por la noche y a meterse en el mundo de la cocaína, lo que le llevó a empezar a traficar, primero con droga y después también con explosivos.

Sin embargo, asegura que ha cambiado y ha pedido que se le juzgue "con perspectiva", tal y como ha adelantado este martes el diario El Comercio, que hace unos días desveló que Trashorras ha solicitado acogerse a la ley de eutanasia, un gesto de "protesta" ante lo que considera una falta de tratamiento médico adecuado y la larga condena que afronta, dado que la sentencia le imponía el cumplimiento de al menos 40 años.

A este respecto, el letrado ha asegurado a EFE que Trashorras está muy afectado por la falta de tratamiento de salud mental y por la denegación de beneficios penitenciarios y que su psiquiatra privado le prescribió un tratamiento que en el centro donde cumple condena no le suministran.

El Tribunal Supremo ya rechazó en 2017 un recurso de Trashorras en el que solicitaba que se le aplicase con carácter retroactivo la pena de prisión permanente revisable, considerada más favorable para obtener permisos y acceder al tercer grado penitenciario y a la libertad condicional que la pena de cárcel que le fue impuesta.