El Gobierno vasco reitera su apuesta por la construcción de una memoria histórica y democrática basada en el derecho a la verdad reiterando su compromiso para localizar y recuperar los restos de gudaris y milicianos. Así lo ha expresado la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal en el acto de entrega de los restos del gudari Mikel Alberdi a su familia, celebrado en el cementerio de Tolosa, donde la dirigente jeltzale ha recordado que "el derecho a la verdad no se sustenta en el odio o el deseo de venganza, nos mueve el hecho de querer cimentar nuestro futuro y nuestro modelo de convivencia en la memoria, el ejemplo y la dignidad de gudaris y milicianos, en su lucha en la defensa de su país, de la libertad y de la democracia”.

La historia del gudari Mikel Alberdi

La historia del gudari Mikel Alberdi

"Un derecho a la verdad que deje sentado que la dictadura no fue un paréntesis histórico, sino un negro y largo túnel que duró 40 años de represión, negación de las libertades y vulneración de los derechos más básicos”, ha valorado Artolazabal, evocando que "la guerra tuvo responsables y víctimas”. De hecho, solo en el primer mes de la sublevación murieron 161 gudaris y milicianos, 141 de ellos en Gipuzkoa, uno de ellos Mikel Alberdi, miembro del movimiento político Jagi-Jagi y dirigente de Gipuzko Mendigoizale Batza, que fue asesinado el 16 de agosto de 1936, en Albiztur. Desde entonces, sus restos han reposado en el cementerio de Zarautz, si bien su familia, residente en Catalunya, no tenía constancia de ello.

Acto de entrega de los restos del gudari Mikel Alberdi a su familia. IREKIA

Artolazabal ha prometido que desde el Ejecutivo vasco “no cejaremos en nuestro empeño de localizar y exhumar a todos los gudaris y milicianos muertos en la guerra" porque "recuperar sus restos es además recuperar su memoria y contribuir a que formen parte del imaginario colectivo de Euskadi y una sólida base para el futuro". “Dignidad, libertad, democracia, autogobierno, justicia social; principios y valores de ayer, de hoy y siempre; no violencia, derechos humanos, valores éticos y democráticos; estos son los pilares sobre los que queremos construir nuestro futuro”, ha sentenciado.

Entrega de los restos

En el acto de entrega de los restos, presentado por Julen Telleria, han participado el viceconsejero de Derechos Humanos, Memoria y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, así como la alcaldesa de Tolosa, Olatz Peon, que ha aplaudido la colaboración de instituciones y organismos para culminar un momento como este. La regidora ha subrayado la importancia de la investigación y la recuperación de la memoria histórica como clave para la transmisión de la memoria a las próximas generaciones. Asimismo, Lourdes Herrasti, antropóloga de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ha explicado los detalles sobre la investigación y las labores de recuperación e identificación de Mikel Alberdi. Nuria Alberdi, nieta de Mikel, ha agradecido en nombre de toda la familia poder recuperar los restos de su abuelo y, a su vez, se ha referido a que este hecho les permite recuperar su memoria y su historia personal.

La familia descendiente de Mikel Alberdi se ha trasladado desde Barcelona para el acto de hoy y, una vez finalizado, ha inhumado los restos de Alberdi en el panteón municipal reservado para las hijas e hijos ilustres de Tolosa, donde reposan también los restos de escritor Xabier Lizardi. Mikel Alberdi (1907-1936) nació en Madrid en 1907 y era vecino de Tolosa, donde ejercía de telegrafista. Casado con María Esnaola Errazkin, eran padres de un niño de apenas unos meses cuando le mataron, el 16 de agosto de 1936, en Albiztur. Destacado dirigente de Gipuzko Mendigoizale Batza, apoyó la creación de Euzko Gudarostea. En un vídeo que se ha emitido se recoge la recuperación e identificación de sus restos. En él se detalla la investigación llevada a cabo por la Sociedad de Ciencias Aranzadi hasta dar con ellos, así como las circunstancias que rodearon el que reposaran durante tantos años en un panteón de una familia de Zarautz. El proceso de recuperación e identificación de los restos se ha llevado a cabo dentro del programa de ‘Búsqueda de desaparecidos de la Guerra Civil’ del Gobierno vasco.