- El exjefe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF), José Luís Olivera, negó ayer que tuviese conocimiento de la operaciónKitchen y aseguró ante el juez que instruye el caso que en ningún momento ejerció presión sobre el inspector de la tramaGürtel Manuel Morocho para intentar apartarlo de la investigación del caso.

Olivera, que declaró ayer como imputado en relación al espionaje parapolicial que se habría organizado desde el Ministerio del Interior contra el extesorero del PP Luis Bárcenas, desmintió la versión que Morocho dio hace dos semanas al juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón e hizo hincapié en que ni siquiera tenía el teléfono del exministro del Interior Jorge Fernández Díaz.

Según la versión de Morocho, el exjefe de la UDEF le ofreció destinos atractivos como un puesto en Lisboa, otro en Naciones Unidas y hasta cursos en el FBI para apartarlo de las pesquisas sobre la caja B del PP a petición de Fernández Díaz.

Tal y como indicó el juez García-Castellón, la declaración de Olivera contradijo las palabras de Morocho, las agendas de Villarejo, las grabaciones de conversaciones entre él y el excomisario, y el escrito plasmado por la Fiscalía Anticorrupción donde se afirma que el exjefe de la UDEF estaba al tanto de la operación Kitchen y de su “carácter manifiestamente ilícito”.