- La necesidad de ser ejemplares ante el coronavirus y evitar cualquier riesgo de contagio va a llevar al PNV a repensar su Asamblea General, la estación final para completar su proceso de renovación. El EBB enviará hoy a las organizaciones municipales y territoriales una propuesta para aplazar el cónclave, que tendría que producirse los días 12 y 13 de diciembre.
A la espera de que se conozca la letra de la propuesta, todo apunta a que se celebre una Asamblea Nacional y no una General. En concreto, la Asamblea General es el marco donde se leen las ponencias y los estatutos del partido y, en ese contexto, es la Asamblea Nacional la que ratifica a los miembros de la Ejecutiva elegidos por la militancia. La Asamblea Nacional la componen cien personas, frente a las 600 de la General, que no podrían reunirse por la limitación de aforos a 400 individuos, un límite que afecta a los espectáculos y también a grandes instalaciones como el Palacio Euskalduna. Además, si a esta cifra se le suman los periodistas para cubrir la noticia o el personal de seguridad y los técnicos del acto, podría resultar convocado todo un batallón.
Todo parece encaminarse a que se busque una fecha y un formato para llevar a cabo la Asamblea Nacional, un formato más manejable. Es necesaria para terminar de dar luz verde a los nuevos integrantes de la cúpula del partido jeltzale. En sentido estricto, es un trámite formal para ratificar las decisiones que van a tomar ya las asambleas territoriales este fin de semana.
El PNV tiene que cumplir el mandato de renovar su Ejecutiva cada cuatro años. Por ello, la renovación debería concretarse antes de que acabe el presente ejercicio 2020. La Ejecutiva va a enviar hoy una propuesta a sus bases para poder cumplimentar el proceso en un contexto marcado por el coronavirus y las restricciones para la movilidad de las personas.