- Se veía venir. La comparecencia del lehendakari en la Diputación Permanente para explicar su gestión en la crisis del coronavirus, a petición de EH Bildu y con el respaldo de Elkarrekin Podemos y el PP, está obligando a realizar un auténtico encaje de bolillos para buscar un formato que sea compatible con la salud de los representantes políticos y los medios técnicos disponibles. Es un debate que genera dudas, y la Mesa de la Diputación Permanente aplazó ayer su decisión tras recibir los informes del letrado y los informáticos. Hoy retomará la deliberación a las 12.00 horas.
Los informes concluyen que no se dan las condiciones para celebrar la sesión con los representantes políticos en casa y por videoconferencia, porque no se recoge en el reglamento, y hay sentencias del Tribunal Constitucional que piden que las sesiones sean presenciales. Además, al menos una persona debe acudir para emitir la señal en directo para los medios de comunicación, y hay dificultades técnicas: habría que ensayarlo previamente porque esta sesión con varias ventanas abiertas de comparecientes on line puede ser un desastre, no habría traducción simultánea, y el orden del debate quedaría en manos de una máquina porque el sistema obliga a un control automático. El informe técnico dice que hay "pocas garantías" de que funcione.
Pero tampoco es posible celebrar una sesión presencial en la sede parlamentaria o, al menos, no al 100%. La idea es que no tengan que acudir en tropel todos los representantes, para así reducir el riesgo de contagios. A ello se le suma que algunos no pueden acudir por razones de salud, como recordó ayer la socialista Idoia Mendia, porque los tres representantes del PSE tienen impedimentos y hay que garantizarles la participación telemática. La idea es buscar un formato que no obligue a los 22 miembros de la Diputación Permanente a acudir. Este diario ha consultado a todos los grupos, y se apunta a una comparecencia "semipresencial", con el lehendakari, la presidenta de la Diputación Permanente y los dos secretarios de Mesa en sede parlamentaria; y el resto, o parte de ellos, conectado por internet desde su casa o su despacho.
Y vuelta al punto de partida: habrá que ver si es técnicamente posible y fiable, y trabajar para garantizar unas mínimas condiciones. Los técnicos ya han señalado que "al menos uno de los intervinientes" debería estar de cuerpo presente y usar el equipo de una de las salas de comisión para poder emitir la señal por el canal de la web del Parlamento, de manera que el debate sea público. Pero el control de la sesión quedaría al albur de los automatismos del sistema, la presidenta Tejeria tendría dificultades para ordenar el debate, y no habría traducción simultánea. En estas condiciones, la emisión pública del debate se desaconseja porque quedaría como una sesión de "patio de colegio".
Pero EH Bildu y Elkarrekin Podemos quieren que la sesión sea pública y operativa, y rechazan alternativas que pasen por ofrecer la información por escrito o en privado. Podemos no ve mal una fórmula semipresencial para salvaguardar la salud y lo ve lógico, pero insiste en la importancia de que el debate se produzca para evitar un "coma político". La posición de EH Bildu es similar. Es evidente que para EH Bildu puede ser un caramelo celebrar un debate público con el lehendakari donde pueda hacer bandera del cierre total de las empresas, volviendo a presentarse como garante de la salud de los trabajadores. Mientras tanto, el lehendakari sigue centrado en la gestión de la crisis y a la espera de que se le comunique una decisión, porque tiene que liberar la agenda.
La Mesa decidió anteayer dar luz verde, con el aval del PNV, a la comparecencia del lehendakari como ejercicio de transparencia. Pero la petición de EH Bildu ha derivado en un laberinto técnico y jurídico en un momento en que el edificio del Parlamento, con sede en Gasteiz, permanecerá cerrado por el virus hasta el 11 de abril. Desde la convocatoria de las elecciones, está operativa la Diputación Permanente, una versión reducida del Parlamento con 22 integrantes, lo que en teoría resta complejidad a la reunión, pero no todos los representantes pueden acudir.
La secretaria general del PSE, Idoia Mendia, aclaró en su blog que los miembros de la Diputación Permanente no se pueden sustituir y algunos, como ella, cumplen cuarentena (su marido Alfonso Gil ha dado positivo, y la socialista no puede quebrantar su aislamiento, porque pondría en riesgo la salud de otros). "En el caso de otros compañeros, deben atender lo que las autoridades sanitarias también les han indicado", dijo en alusión a José Antonio Pastor y Txarli Prieto.
Pero la Mesa estudió ayer los informes jurídicos e informáticos, y la vía telemática genera muchas dudas. El informe del letrado mayor dice que el reglamento "no prevé" sesiones no presenciales, aunque tampoco incluye una previsión taxativamente en contra. Es una opción que no se contempló cuando se redactó el texto, y ahora tampoco puede resolverse con una reforma legal exprés porque la Diputación Permanente no tiene capacidad legislativa. Se apunta la posibilidad de celebrar una reunión telemática si se decide por unanimidad de todos los representantes. En cuanto a la jurisprudencia, se esgrime la sentencia del Tribunal Constitucional 19/2019 del 12 de febrero, en virtud de la cual, "como regla general, las actuaciones parlamentarias han de ejercerse de modo presencial".
El informe del director de sistemas informáticos del Parlamento, por su parte, propone utilizar el sistema Jitsi Meet para celebrar una videoconferencia. "La emisión y difusión del evento se podría conseguir con que uno de los intervinientes use el equipo de una de las salas de comisión", concluye. Sin embargo, apunta tres problemas: no hay traducción simultánea, cada usuario tiene que configurar su ordenador con los contratiempos que ello conlleva, y el control de las intervenciones es automático.
"Si el micrófono de un interviniente recibe sonido, hace que el software decida quién es el interviniente actual. Queda un poco como de patio de colegio", sentencia. Además, concluye que puede ser que uno de los intervinientes no tenga listo su equipo cuando le toque tomar la palabra, y que hay "muchas probabilidades de que no salga bien" si no hay un ensayo previo con todos los integrantes de la Diputación Permanente.
Este debate es técnico y no político, porque PNV y PSE están a favor de que comparezca el lehendakari. En teoría, desde que la Mesa aprobó la comparecencia el martes, hay cinco días hábiles para celebrarla. Pero todo apunta a que la sesión se va a celebrar la semana que viene, porque hay dudas jurídicas y técnicas razonables. De momento, no se contempla que la Diputación Permanente se retrase hasta que todos los representantes puedan acudir, porque se trataría ya de un escenario de semanas de demora (el tiempo que llevan aparejadas las cuarentenas) y podría desencadenarse una disputa política.
Mendia dijo en su blog que la comparecencia se celebrará cuando y como se pueda, y que nadie puede hacer creer a la gente que el Parlamento Vasco es el único al que "le corresponde funcionar de forma ordinaria", cuando en otras comunidades la situación es similar. El PP prefiere no pronunciarse sobre un debate técnico y no político en el que cree que no tiene nada que decir.
Desde Lehendakaritza no tienen nada que aportar en este debate, porque están a disposición de lo que decidan los grupos. Según las fuentes consultadas, no tienen margen, ni tampoco tiempo que dedicarle a esta disputa jurídica. Urkullu, además, está centrado en la gestión de la crisis sanitaria, y no tiene la mente puesta en ningún otro asunto. Ha defendido todo este tiempo que el control político y la transparencia ya existen con las frecuentes reuniones con los partidos.
Que el formato iba a traer cola era algo que sobrevolaba ya ayer el debate político, tal y como informó este periódico. Se especuló con una sesión utilizando la sala del pleno, porque tiene 75 escaños y permite, por su mayor espacio, que los 22 representantes de la Diputación Permanente estén más repartidos y guarden la distancia sanitaria, aunque ahora todo está en entredicho y se va a intentar explorar la vía telemática para una parte de los participantes. La calidad técnica de la sesión está en el alambre, aunque otras fuentes apuntan a que ya se han producido comparecencias a distancia en comisión, de expertos de ámbitos internacionales.
"Todas las incógnitas y problemas nos indican que hay pocas garantías de funcionamiento"
Análisis sobre la vía telemática