MADRID. Más de un millar de personas se concentró ayer en las inmediaciones de la Cámara Baja en la protesta Asedia el Congreso promovida por la plataforma ¡En Pie!, que motivó un fuerte despliegue policial de unos 1.400 agentes por el centro de Madrid, y a la que se unieron los asistentes a la marcha de la Coordinadora 25S desde la Puerta del Sol bajo el lema escrache al Congreso. Al cierre de esta edición, fuentes policiales habían contabilizado en los primeros balances al menos 15 personas detenidas por desórdenes públicos y 14 agentes heridos en los enfrentamientos. Los manifestantes corearon consignas contra el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y contra la Policía, portando banderas republicanas. Más de una veintena de furgonetas de la Unidad de Intervención Policial (UIP) permanecieron estacionadas en la Carrera de San Jerónimo en previsión de incidentes. En el interior del Congreso la calma fue absoluta, ya que no había ningún tipo actividad parlamentaria oficial.
La protesta derivó en enfrentamientos en torno a las 20.30 horas, cuando un grupo de personas comenzó a arrojar botes, litronas de cristal y adoquines a los agentes antidisturbios y zarandearon las vallas. Estos salieron con sus escudos y cascos a la plaza para realizar las primeras cargas. La manifestación quedó rota y dieron comienzo las carreras e incidentes por las calles de Madrid. Los incidentes siguieron dispersándose paulatinamente por las calles protagonizados por pequeños grupos. Unos por la zona de Cibeles y el Banco de España, y otros por Atocha. La situación idéntica, con más más cargas, lanzamientos de objetos y gritos. Hasta que la manifestación fue reventada, los más de mil manifestantes se habían comportando pacíficamente y con tranquilidad. Previamente, la Policía había detenido ya a cuatro personas que portaban material para enfrentarse con los agentes con piedras, petardos o un cuchillo.