La convocatoria de las urnas deja en la cuerda floja veinte leyes del PSOE
zapatero deberá pisar el acelerador si desea aprobar leyes en materia energética o de igualdad de trato
madrid. Una veintena de leyes aguardan en el Congreso su aprobación definitiva, pero el adelanto electoral y la disolución de las cortes a finales de septiembre dejará muchas de ellas en el tintero por falta de tiempo para culminar su tramitación. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, sin embargo, aseguró ayer que quedará tiempo para aprobar varias normas de las que ya se encuentran en trámite y que considera esenciales para acabar con su programa de reformas. El Ejecutivo español persigue incorporar, así, un decreto ley con medidas económicas que se aprobará el 19 de agosto, y que el Congreso tendrá que convalidar durante el mes de septiembre.
Entre las que aún se encuentran en tramitación y Zapatero prevé aprobar, figuran la reforma de la negociación colectiva, la Ley de Agilización Procesal, la reforma de la Ley Concursal y dos normas de tipo social: la Ley de Reconocimiento a las Víctimas del Terrorismo y la Ley de Integración de Trabajadores Agrarios en el Régimen General de la Seguridad Social.
En el paquete de leyes pendientes, se cuentan entre el grupo de las urgentes la reforma de la inspección de trabajo, la ley que regulará los servicios de atención al cliente para consumidores, la que modifica el mercado de valores y la que cambia las entidades de inversión colectiva. Igualmente, se tratarán con urgencia dos normas que afectan al sector energético. Por un lado se encuentra la reforma de la Ley del Sector Eléctrico, que obligará a las compañías a desglosar todos los costes en las facturas y a disponer de un teléfono gratuito de atención al cliente, y que además adapta el concepto comunitario de consumidor vulnerable para asimilarlo al bono social existente en el Estado.
Además, en el listado de tareas por hacer figuran la reforma de la Ley de Hidrocarburos, la Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida, más conocida como Ley de Muerte Digna, y otras de carácter social a las que ha dado relevancia en los últimos meses, como la de la igualdad de trato y la no discriminación. También deberían haberse abordado la Ley de Servicios Funerarios, un texto que pretende simplificar y abaratar los trámites que se producen tras un fallecimiento. Otros textos esperan su tramitación desde 2009, al tiempo que uno de ellos -el proyecto de Ley General de Navegación Marítima- procede de la anterior legislatura.