vitoria. Las reacciones a la macroperación desarrollada en Gipuzkoa, Álava, Bizkaia y Navarra no se hicieron esperar. Mientras los presidentes de los gobiernos vasco y navarro, Patxi López y Miguel Sanz, respectivamente, se congratularon del resultado de la macroperación -34 detenciones y más de 60 registros en domicilios y locales- y la consideraron un "paso hacia la paz y la deslegitimación de la violencia" de ETA, los partidos nacionalistas se mostraron prudentes, algunos de ellos, como Aralar, incluso convencidos de que este nuevo "golpe" a la izquierda abertzale supone otro "intento de entorpecer el debate interno" en el que están inmersas las bases de esta corriente ideológica.

En la misma línea que el PSE y UPN, se pronunció el PP, cuyo presidente en Euskadi, Antonio Basagoiti, destacó que a través de la vía policial se está logrando que "ETA y su mundo vean menos posibilidades de alcanzar sus objetivos".

El consejero de Interior, Rodolfo Ares, valoró también de manera "muy positiva" las detenciones y subrayó que suponen "un paso muy importante para impedir el relevo generacional en ETA".

El más prudente fue el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, quien mostró su deseo de que la operación contra la cúpula de la ilegalizada organización juvenil Segi esté "razonada" y no se trate de una "redada para la foto". "Estamos acostumbrados", puntualizó, a golpes de efecto en este tipo de actuaciones.

La izquierda abertzale, por su parte, difundió un comunicado, en el que reiteró los mismos argumentos que pronunció tras la detención de Otegi, Díez Usabiaga y los otros tres dirigentes abertzales: "El PSOE, que representa al Estado español, pretende cerrar todas las vías a la solución mediante la fuerza".

Más allá de valoraciones políticas, lo cierto es que esta última macroperación está abierta a interpretaciones, en cuanto que supone una interferencia en el debate en el que está inmersa la izquierda abertzale, pero golpeando curiosamente al sector más duro, representado según algunos, como los autores del informe Gakoa, por los "jóvenes".