Rick Blaine y el capitán Renault se alejan de cámara entre la niebla, caminando por la pista en plano picado:

-Tal vez le conviniera desaparecer de Casablanca una temporada. Hay tropas de la Francia libre en Brazzaville. Podría facilitarle un pasaje.

-¿Con salvoconducto? Me vendría bien un viaje y gastarme el dinero de la apuesta. Aún me debe diez mil francos.

-Ese dinero podrá pagar nuestros gastos.

-¿Nuestros?

-Ajá.

-Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad.

He recordado esa escena final de Casablanca al ver la foto que ilustra la mayoría de las portadas de la prensa dando cuenta de la reunión de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, caminando de espaldas por la Carrera de San Jerónimo, entre una bruma primaveral y luminosa, hacia una nube de cámaras y fotógrafos. Y me he preguntado qué pasó después con Rick y Louis. Y qué pasará con Pedro y Pablo, si esa foto efectista será el comienzo de una hermosa amistad o solo un capítulo más de la escenificación post y preelectoral. Poco más de un mes para la respuesta.