Un coche, para que ande, hay que llenarle el depósito. Luego ya haremos viajes largos o cortos, pero podremos viajar. Con el aeropuerto ocurre lo mismo. Se abre las 24 horas y con ese trámite cumplido se pueden ir organizando los viajes y la carga.

Hay potencial y sólo falta aplicar los deseos expresados por todos con la boca pequeña. Y aquí están implicados Ayuntamiento de Vitoria, Diputación de Álava, Ministerio de Fomento, Gobierno Vasco o la Cámara de Comercio.