Estados Unidos anunció este miércoles una serie de sanciones contra medios de comunicación rusos como el canal de televisión RT y contra varios periodistas por participar en una supuesta campaña orquestada por el Kremlin para influir en las elecciones presidenciales estadounidenses.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó este miércoles a diez personas, varios de ellos periodistas y directivos del canal RT, y también a dos entidades rusas.

A la par, el Departamento de Justicia imputó como agentes extranjeros encubiertos a dos empleados de RT, mientras que el Departamento de Estados impuso restricciones de visados y declaró a RT y sus subsidiarias RIA Novosti, Sputnik o Ruptly "misiones extranjeras" y no medios de comunicación.

"Los actores patrocinados por el estado ruso han utilizado durante mucho tiempo una variedad de herramientas, como falsificaciones profundas de inteligencia artificial generativa y desinformación, en un intento de socavar la confianza en los procesos e instituciones electorales de Estados Unidos", apuntó OFAC en un comunicado.

La OFAC aseguró que a principios de 2024 los ejecutivos de RT, un medio de comunicación financiado por el estado ruso, "comenzaron un esfuerzo aún más nefasto para reclutar de manera encubierta a influencers estadounidenses" para apoyar su "campaña de influencia maligna".

Además, RT utilizó una empresa fachada para disfrazar su propia participación o la participación del gobierno ruso en contenido destinado a influir en las audiencias estadounidenses.

Entre los sancionados de la OFAC están Margarita Simonovna Simonyan, editora en jefe de RT; Elizaveta Yuryevna Brodskaia, editora en jefe adjunta de RT; o Anton Sergeyvich Anisimov, subdirector de RT.

"Nefastas actividades de influencia encubierta"

En otra acción simultánea, el Departamento de Estado sancionó al grupo de medios Rossiya Segodnya y a cinco de sus filiales (RIA Novosti, RT, TV-Novosti, Ruptly y Sputnik) "por sus nefastas actividades de influencia encubierta".

Las sanciones de exteriores consisten en la restricción de visados, aunque el Departamento de Estado no ofreció la identidad de a quiénes les afectan porque "los registros de visas son confidenciales".

Los mencionados medios de comunicación "deberán notificar al Departamento de Justicia a todo el personal que trabaja en los Estados Unidos" y "revelar todos los bienes inmuebles que poseen en los Estados Unidos", apuntó el organismo en un comunicado.

Asimismo, el Departamento de Justicia informó que hoy se registró también una acusación formal en el Distrito Sur de Nueva York contra los ciudadanos rusos Kostiantyn Kalashnikov y Elena Afanasyeva, ambos empleados de RT, por conspiración para violar la Ley de Registro de Agentes Extranjeros y conspiración para cometer lavado de dinero.

Según el departamento, RT y sus empleados, incluidos los acusados, contrataron a comentaristas en línea por un valor de 10 millones de dólares para "bombear propaganda y desinformación a favor de Rusia a través de las redes sociales a las audiencias estadounidenses".

Kalashnikov y Afanasyeva dirigieron desde Rusia, utilizando identidades falsas y empresas fantasma, "un plan masivo para influir en el público estadounidense mediante la implantación y financiación secreta de una empresa de creación de contenidos en suelo estadounidense".

La empresa de contenido, con sede en Tennessee, publicó videos en inglés en múltiples canales de redes sociales con comentarios sobre eventos y problemas en Estados Unidos.

"Si bien las opiniones expresadas en los videos no son uniformes, la mayoría están dirigidas a los objetivos declarados públicamente del Gobierno de Rusia y RT: amplificar las divisiones internas en Estados Unidos", apuntó el Departamento de Justicia.

Según Estados Unidos, el Kremlin ha adaptado cada vez más sus esfuerzos para ocultar su participación mediante "el desarrollo de un vasto ecosistema de sitios web proxy rusos, personajes falsos en línea y organizaciones fachada que dan la falsa apariencia de ser fuentes de noticias independientes sin conexión con el estado ruso".