El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha asegurado que ha "ganado" las elecciones presidenciales estadounidenses, ha denunciado que se ha producido un "importante fraude" y ha exigido que se detenga el recuento de votos que faltan por contabilizar, además de avanzar que estudia recurrir los resultados de los comicios ante el Tribunal Supremo.
"Esto es un fraude para el público estadounidense. Esto es una verguenza para nuestro país. Nosotros nos estábamos preparando para ganar estas elecciones. Francamente, nosotros hemos ganado estas elecciones. Nosotros hemos ganado estas elecciones", ha proclamado el mandatario estadounidense en una comparecencia en la Casa Blanca.
Trump ha lanzado este mensaje en una declaración ante la prensa junto al vicepresidente, Mike Pence, y la primera dama, Melania Trump, cuando todavía quedan millones de votos por contabilizar y el recuento aún no ha terminado en varios de los llamados estados bisagra, los territorios que finalmente decantan la victoria en el Colegio Electoral, que elige en última instancia el ganador de las elecciones presidenciales.
El presidente ha destacado que "millones y millones de personas" han votado a favor de su candidatura y ha denunciado que "un grupo muy triste de personas está intentando privar del derecho de voto". "Nosotros no lo permitiremos", ha recalcado.
Además, se ha proclamado vencedor en estados clave como Georgia, Carolina del Norte y Michigan, en un momento en el que las autoridades electorales no han dado datos definitivos y las proyecciones de los medios de comunicación todavía no apuntan a un claro vencedor, con decenas de miles de votos todavía por contabilizar.
El mandatario estadounidense ha asegurado que él y su equipo se estaban preparando "para una gran celebración" en esta noche electoral porque estaban "ganando todo" en las presidenciales y "de repente todo se ha suspendido".
El presidente ha dicho que, como él ya había vaticinado antes de los comicios, tendrá que recurrir los resultados ante el Tribunal Supremo y ha asegurado que "todas las votaciones tienen que terminar".
"Iremos al Tribunal Supremo", ha afirmado. "Queremos que todas las votaciones se detengan. No queremos que ellos encuentren ninguna papeleta a las 4 de la mañana y las añadan al recuento", ha asegurado.
Trump ha sostenido que lo que está pasando es "un momento muy triste" pero ha vuelto a mostrarse confiado en que ganará las elecciones presidenciales. "Es un momento muy triste. Para mí, este es un momento muy triste y nosotros vamos a ganar esto", ha aseverado. "En lo que a mí concierne, nosotros ya hemos ganado", ha proclamado.
En Twitter, el presidente aseguraba que "la pasada noche iba ganando con mayoría en los estados clave, en casi todos los casos controlados y gobernados por los demócratas. Uno por uno, de manera mágica, desapareció la ventaja por sorpresa. Según se iban contando votos basura. Muy extraño"
"UN BRUTAL INTENTO DE ARRREBATAR DERECHOS DEMOCRATICOS"
Tras la declaración de Trump, la directora de campaña de Biden, Jen O'Malley Dillon, ha asegurado en un comunicado que el discurso del mandatario ha sido "inaceptable, sin precedentes e incorrecto". "La declaración del presidente esta noche para intentar detener el recuento de los votos legalmente emitidos es inaceptable, sin precedentes e incorrecta", ha subrayado, en un comunicado.
"Es inaceptable porque es un brutal intento de arrebatar los derechos democráticos a los ciudadanos estadounidenses", ha argumentado, antes de subrayar que "el recuento no se detendrá".
Las críticas al polémico discurso de Trump también han llegado desde las filas republicanas. Chris Christie, exgobernador de Nueva Jersey y uno de los más estrechos aliados de Trump, ha subrayado que el mandatario estadounidense no tiene motivos para proclamarse vencedor en las presidenciales y denunciar fraude en los comicios cuando todavía no ha terminado el recuento.
"Hablo esta noche no como exgobernador sino como exfiscal estadounidense. Simplemente no hay base para hacer ese debate esta noche. Simplemente no la hay", ha recalcado, en declaraciones a la cadena de televisión ABC.
"El debate no empezaría ni siquiera en Pensilvania hasta mañana o el jueves o el viernes", ha afirmado Christie, en referencia a las informaciones que señalan que las autoridades electorales han suspendido el recuento en los condados más poblados de Pensilvania para retomarlo el miércoles por la mañana. "No comparto lo que ha hecho esta noche", ha afirmado.
En la misma comparecencia en la Casa Blanca, el vicepresidente estadounidense y candidato a la reelección, Mike Pence, ha admitido que todavía quedan muchos votos por contar y se ha mostrado confiando en que la candidatura republicana ganará su segundo mandato en las presidenciales.