Beirut - La calma prevaleció ayer en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, después de que se implementara ayer un alto el fuego acordado entre Rusia, aliada de Damasco, y Turquía, valedora de la oposición siria, sin ataques aéreos contra la región. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos señaló que continuó la calma en toda la región del noroeste de Siria desde el inicio del cese de las hostilidades y no hubo ni ataques terrestres ni aéreos contra el considerado último bastión opositor en el país.
La Defensa Civil siria, conocidos como los cascos blancos, informaron que solo hubo aviones de reconocimiento sobrevolando el cielo de la región, sin que se hubiera registrado ningún bombardeo. Por su parte, el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, confirmó que no se produjeron violaciones del alto el fuego desde que entrara en vigor en la madrugada del viernes
El pasado viernes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladímir Putin, anunciaron en Moscú un alto el fuego, además de la creación de un corredor de seguridad a lo largo de la carretera que une Alepo con Latakia, feudo del presidente sirio, Bachar al Asad, que se extenderá seis kilómetros hacia el norte y seis kilómetros al sur. Al Asad reaccionó ante este acuerdo y le resultó "positivo" al considerarlo una oportunidad para "relanzar el proceso político" en Siria, que sufre una guerra desde 2011.
Este cese de las hostilidades se firmó después de que Ankara anunciara una ofensiva contra el Ejército sirio el pasado día 1 después de que Turquía viviera uno de sus peores episodios militares al perder una treintena de sus soldados en un ataque de las tropas sirias en Idlib.
Idlib, donde el Ejército sirio y Rusia llevan a cabo una ofensiva desde el pasado abril, está prácticamente dominada por el Organismo de Liberación del Levante, una alianza islamista en la que está incluida la exfilial siria del grupo terrorista Al Qaeda. Precisamente, el Organismo de Liberación del Levante dijo en un comunicado que este es un "acuerdo temporal" y que "antes o después lo romperán", en referencia a las tropas sirias y a Rusia. Asimismo, agradeció a Turquía que detenga así "el avance" del Ejército sirio en su ofensiva, que mató a más de 1.500 personas desde su inicio, según la ONU, mientras que hay casi un millón de personas desplazadas desde diciembre, lo que Naciones Unidas consideró como la peor ola de desplazamiento desde el inicio de la guerra.