Londres - La primera ministra británica, Theresa May, no quiere voces críticas dentro de filas conservadoras. Ayer decidió destituir para sorpresa de muchos al ex viceprimer ministro lord Heseltine, tras sus advertencias sobre las consecuencias del Brexit en el debate celebrado en la Cámara de los Lores. Heseltine respaldó la demanda para que los Comunes voten el acuerdo al que lleguen Londres y Bruselas lo que sentó fatal a la primera ministra y provocó que horas más tarde, mientras cenaba con su familia, fuese despedido por teléfono de sus cinco funciones como asesor del Gobierno que ha tenido desde que fuese contratado por Cameron.

Este conservador nacido en Gales aceptó la decisión del Número 10 de Downing Street alegando que “a veces hay asuntos que trascienden la política del partido”. Para Heseltine, May está ejerciendo su derecho “perfectamente legítimo de deshacerse de la oposición de la manera que considere apropiada”.

En una entrevista radiofónica explicó que no conoce a May para juzgar si trata de hacer un saqueo con las voces críticas dentro de su partido, pero apuntó a como tiene el respaldo de la ciudadanía: “Está muy bien en las encuestas, el público aprueba lo que está haciendo”. Heseltine, a sus 83 años de edad y tras ejercer como ministro en los gobiernos conservadores de Thatcher y de John Major en los años 80 y 90, hizo campaña por la permanencia en la UE. Además reconoció que las personas que votaron para permanecer en el bloque común “tienen derecho a ser escuchadas” pese a la victoria del Brexit.

Esta semana dijo a los Lores que el Reino Unido se enfrentaba con el Brexit a “la decisión más trascendental en tiempos de paz de nuestro tiempo”. El conservador dice así a los últimos seis años de trabajo dentro de la máquina de Whitehall con funcionarios que ayudan a los ministros a tomar decisiones. - Rita Álvarez Tudela