BENÍN. El Papa Benedicto XVI cree que el sida, que afecta especialmente a África, exige una respuesta médica, pero que es sobre todo "un problema ético", y que ese continente necesita reconciliación y paz, pero que para ello es necesario que los responsables de los crímenes cometidos sean sometidos a la justicia. El pontífice así lo señala en la exhortación apostólica Africae Munus, documento conclusivo del II Sínodo de Obispos para África celebrado en 2009 en el Vaticano, que firmó ayer en la basílica de la Inmaculada Concepción, de Ouidadh, cerca de Cotonú, considerada la primera catedral de África occidental.
El documento lo preparó con las 57 propuestas que le presentaron los 244 obispos africanos que asistieron al sínodo, en el que señalaron -en la misma línea que lo hizo él durante su viaje de 2009 a Camerún y Angola- su "no" al uso del preservativo contra el sida. En aquel viaje, el Papa dijo que el sida no se combate "sólo con dinero, ni con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan el problema", sino que se vence con "una humanización de la sexualidad y nuevas formas de conductas". Sus palabras, en un continente donde 27 millones de personas están contagiadas por el sida, fueron contestadas desde varios países occidentales, que subrayaron que el preservativo es fundamental para prevenir su transmisión. Ahora no hizo referencia explícita al condón, pero insiste en que la respuesta médica no es suficiente porque el problema "es ético". Benedicto XVI agrega que la pandemia exige un "cambio de conducta", como la abstinencia sexual y la fidelidad.