Un tribunal de París ha condenado a Marine Le Pen por malversación de fondos, los del Parlamento Europeo. Le Pen ha sido condenada a cuatro años de prisión –dos firmes que puede cumplir con brazalete electrónico– y 100.000 euros de multa. Pero, sobre todo, ha sido penada con cinco años de inhabilitación de aplicación inmediata. Y aquí está la madre del cordero: en el horizonte electoral francés de 2027. Subrayemos que se inhabilita a Le Pen, no a su partido. “El sistema ha lanzado la bomba nuclear”, acusa Le Pen. El sistema... Donald Trump utilizó el mismo discurso en la campaña contra Hillary Clinton. Trump, como Le Pen, también es un antisistema: cómo evolucionan los conceptos... El delfín de Le Pen, Jordan Bardella, se ha apuntado rápido a la inflación declarativa: “La democracia francesa está siendo ejecutada”. No puedo evitar imaginarlo haciendo cálculos sobre la rentabilidad electoral del martirio de su líder. Tralarí tralará sobre la malversación, eso solo interesa cuando lo hacen los demás. Y no se pierdan el descacharrante desfile de defensores que le ha salido a la democracia, pobre democracia, encabezado por el Kremlin y el propio Trump. No, sistema y democracia no es lo mismo, pero cuando Le Pen, eficiente muñidora de la denominada desdiabolización, señala al sistema pretende ocultar una vez más que su política horada la base de la democracia.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
