Tenía que pasar. Ya la tenemos montada. Incluso se ha organizado una comisión de protesta y movilizaciones. En nuestro amado templo del cortado mañanero se va a liar. Además, a los viejillos no les ha sentado nada bien la insinuación de que pueden aguantar bien el tirón de la medida teniendo en cuenta que les han subido las pensiones. La cuestión es que pasadas las Navidades, el regalo post Magic Kings de nuestro querido escanciador de café y otras sustancias ha sido una subida de precios de aupa el Erandio. La cosa ronda por entre un 3 y un 5%, dependiendo el producto, según nos ha calculado una de las amonas del lugar que de otra cosa no, pero de cuentas sabe la leche. Hay quien ha planteado entre los presentes hacer una huelga a la japonesa, es decir, quedar todos un día y pegarnos la pechada de bebernos y comernos todo lo que tenga en el local para que el sucio capitalista se quede sin existencias. Solo que algunos le vemos al plan algún que otro agujero. Pero bueno. También hay quien ha puesto sobre la mesa hacer una huelga de celo como los agentes de la autoridad local y examinar cada copa de vino y cada pintxo al milímetro, y si no cumple lo establecido, pedir el libro de reclamaciones. Mientras nos decidimos, eso sí, el barman sigue cobrando... con los precios nuevos.