No voy a hablar del caso Rubiales, ni de Daniel Sancho, que vaya verano nos están dando. Tampoco voy a hablar de la composición del Gobierno, que parece que va para largo. Otro tema que también está muy quemado y del que no voy a hablar es del calor que hacía la semana pasada y del frío que hace ésta. Está claro que nunca llueve a gusto de todos. Pero sí que voy a hablar de lo bien que se está y la variedad de planes que hay en agosto y después de las fiestas de La Blanca en Araba. Para empezar, siempre hay sitio en las terrazas de nuestra querida Gasteiz. Si hay muchos turistas, siempre puedes ir a otros barrios y, además, tienes precios más populares. A lo largo y ancho del territorio tienes también infinidad de actividades culturales, conciertos, teatro, humor... Por otro lado, las piscinas de nuestros pueblos, sin desmerecer a las de Gamarra y Mendizorroza, son una maravilla, naturales o no. Otra de las ventajas, y una de las más importantes, es que durante el mes de agosto no hay OTA y al estar la mayoría de vacaciones, puedes aparcar donde quieras. Oro puro. Y estas son las ventajas que tenemos las que pasamos el agosto trabajando y esperamos, con mucha paciencia, a que llegue nuestro momento de disfrutar de las ansiadas vacaciones.