El viernes asistiremos a la última bajada de Celedón con Gorka Ortiz de Urbina como protagonista. Sin duda, muchas serán las palabras de cariño que recibirá a lo largo de los próximos días. Pero no será como en el caso de los difuntos, que no pueden escuchar esos parabienes, sino que podrá disfrutar todas y cada una de esas buenas palabras, felicitaciones y abrazos que le van a llover a cántaros. Y, lo mejor de todo, no es que se vaya a hablar del muerto bien porque ya no está y queda feo eso de criticar al finado, sino que todo lo bueno que se diga de Gorka y de lo bien que ha ejercido el papel de Celedón se queda corto. Hace unos días le acompañamos en una de las últimas entrevistas en la que le hemos pedido que se vista de largo y con personas como él da gusto trabajar. Una sesión fotográfica y las posteriores preguntas llevan su tiempo, pero la comodidad y paciencia que transmite en estos lances –por no hablar de esas propuestas que hace buscando el mejor resultado– son dignas de agradecer por quienes nos dedicamos a esto. Ya se podían aplicar el cuento unos cuantos que no han empatado con nadie y que son picajosos hasta el hartazgo. Por lo que nos toca desde DNA, muchas gracias Gorka por todos estos años y disfruta tu última bajada.
