Sorpresas te da la vida, o no. El mismo pelotón de fusilamiento dialéctico que hace treinta años cargaba sin misericordia contra Felipe González se deja ahora las orejas aplaudiendo al que llamaban Copito de Nieve… y cosas peores. Lo que ha obrado el milagro es la irrupción en campaña del presunto señor Equis para meter cizaña contra Pedro Sánchez.
"Sánchez debe escuchar a históricos socialistas como Felipe González"
Los que peinamos alguna cana nos tenemos que reír al ver en primera línea de felicitación al que fue considerado jefe del llamado Sindicato del crimen antifelipista. Quién le diría a Pedro J. Ramírez que hoy titularía así la pieza editorial de El Español: “Felipe González acierta al pedir pactos de centralidad”. En la letra menuda, el encendido elogio de quiene fuera enemigo público número uno: “La vindicación de González de los "pactos de centralidad" como antídoto a la polarización y su invocación de la memoria de los Pactos de la Moncloa no podían ser más acertados. Y contrastan con la intransigencia de otro expresidente, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien el PSOE ha querido convertir en uno de sus principales activos de campaña. Sánchez debe escuchar a históricos socialistas como Felipe González. En sus manos está romper con una política de bloques que abocaría a Feijóo a un Frankenstein especular de signo contrario”.
En El Debate, digital ultracatólico que tiene en su staff a un buen puñado de antifelipistas de los noventa, también aplaude al coleccionista de cargos en consejos de administración: “El expresidente del Gobierno ha pedido en un acto de la Universidad Internacional de La Rioja que «busquemos soluciones en las que la lista más votada sea aceptable cuando no haya otra opción». Una vez más, en los últimos tiempos, González manifiesta posiciones que le alejan de las que sostiene el actual secretario general de su partido. Quizá Sánchez debería reflexionar sobre ello”.
Al elogío tardío se suma Ignacio Camacho desde ABC: “El retrato más fiel de este PSOE sanchista y tardozapaterista lo dibuja el desdén con que escucha (es decir, con que no escucha) a Felipe González cuando reclama con cierta amargura el retorno a los consensos constitucionales. Felipe cometería muchos errores, como todos, pero tiene tres mayorías absolutas y una relativa en su equipaje y algo sabe de las virtudes del pragmatismo como antídoto frente a la tentación del enfrentamiento constante”.
También Miquel González se incorpora desde Vozpópuli al mariachi que le canta las mañanitas a Don Gonzalone: “Felipe teme, con razón, que si se repite el desgobierno con un Sánchez crecido lo poco que va quedando de aquel sistema que nos ha permitido cuarenta años de democracia se vaya al carajo. De ahí que llame al orden a Sánchez, invocando al pacto y a permitir que facilite la investidura de Feijoó si se diera el caso, lo que no presupone ni un pacto de legislatura ni un acuerdo de gobierno”.
"Zapatero dejó a España al borde del rescate, impulsó el guerracivilismo y sembró la mina del soberanismo, que le estalló a su sucesor"
En El Mundo, Maite Rico surfea sobre González para dedicar sus líneas a otr expresidente socialista. En este caso, mal. De hecho, fatal: “Cómo tiene que estar la sacristía socialista para que ZP, cuya gestión llevó en 2011 al PSOE a su peor derrota hasta entonces, se haya convertido en «activo electoral de máxima relevancia». Zapatero dejó a España al borde del rescate, impulsó el guerracivilismo y sembró la mina del soberanismo, que le estalló a su sucesor. Pero lo más abracadabrante vino después. A falta de acomodo en instancias respetables, el «bobo solemne» (parece que Guerra lo dijo antes que Rajoy), el de los morritos «de chupar pezones» (no logro encontrar al autor de este hallazgo) que iba a dedicarse a supervisar nubes prefirió velar por los intereses de connotados violadores de derechos humanos”.
Con flores a Feijóo
De los expresidentes del gobierno a quien quiere llegar a serlo. Con las encuestas empezando a pintarle bastos a Feijóo, los medios que lo llevan en volandas no dejan de montarle saraos para levantarle la autoestima. El de ayer de La Razón debió de ser épico, pues ocupa una veintena de páginas en el interior. Todas se pueden resumir en este fragmento del entregado editorial: “Si hay un eje vertebrador en las propuestas del candidato popular es el que reclama una manera de ejercer la política que refleje la realidad de la sociedad española, mayoritariamente abierta, dialogante y amable en la convivencia cotidiana, pero que se ha visto desdibujada por la pretensión de un sector de la izquierda de abordar un proyecto radical de cambio social en todos los órdenes para el que no existía mandato electoral. Las consecuencias, que Núñez Feijóo conoce perfectamente, no sólo han traído crispación, desconfianza y bandería, sino que han alimentado la mecánica de la acción-reacción con la que es imperativo acabar porque, entre otras cuestiones, ha llevado a un sector de los españoles, normalmente templado en sus apreciaciones, a dudar gravemente de las instituciones, incluso, de la limpieza del sistema electoral”.
El Mundo no le organizó nada ayer, pero hoy también le regala al líder popular un baño de natillas: “Corregir la deriva iliberal en la que el Gobierno ha sumido tanto al poder judicial como al Código Penal, cambiándolo a su antojo en beneficio de sus socios independentistas, es un cambio imprescindible para la regeneración democrática de nuestro país. El programa electoral del PP, que presenta hoy, contiene en este sentido una serie de medidas positivas, aunque todavía por detallar, que comprometen a Alberto Núñez Feijóo ante la ciudadanía y que señalan los límites cruzados por el presidente del Gobierno. Es Pedro Sánchez quien ha impulsado o agravado buena parte de los problemas que el PP está llamado a rectificar si tras el 23-J logra llegar a la Moncloa”.
De vuelta en ABC, encontramos a Isabel San Sebastián espolvoreando miel sobre su líder… al tiempo que vierte hiel sobre el objeto de sus desprecios. Adivinen: “El gallego desgrana datos que se ha estudiado con rigor. Su oponente miente con descaro hasta para intentar ocultar sus propios embustes. «Yo nunca dije que no podría dormir con Podemos en el Gobierno». (Lo afirmó el 20 de septiembre de 2019, entrevistado por Antonio García Ferreras). Miente con tal naturalidad que una llega a preguntarse si es capaz de distinguir la mentira de la verdad. Sánchez lucha con todas sus armas para defender el cargo. Feijóo parece contemplarlo como una pesada carga de trabajo y responsabilidad. ¿Quién le inspira más confianza, querido lector?”. Una pregunta retórica, claro.