Lunes de encuestas con banda sonora de Psicosis. A menos de tres semanas del día de la verdad, los números de la diestra se ponen perezosos y los titulares de la prensa de orden tocan a rebato.
“Vox cae y se pone en riesgo la mayoría absoluta de la derecha”, advierte a navegantes ABC en su primera. Los motivos para el tembleque de piernas en el ultramonte aumentan con esta apostilla: “En el último mes, el suelo de PP y Vox pasa de una holgada mayoría absoluta a quedarse justo al límite”.
"El ruido ha movilizado alrededor de Sánchez a una parte de los antiguos apoyos del conglomerado Frankenstein"
Curiosamente, no hay reflejo en editorial, aunque sí en un par de columnas. La de Ignacio Camacho lleva la luz roja encendida: “Si Feijóo no rebaña esos cocientes corre peligro de llevarse una sorpresa en el escrutinio. Como mínimo tendrá que ir pensando en las carteras de ministro que Vox, pese a su retroceso relativo, reclamará como precio de su auxilio. El lío de los pactos territoriales no está rentando a los de Abascal el beneficio previsto y de momento los populares han salido sin castigo. Sin embargo, el ruido ha movilizado alrededor de Sánchez a una parte de los antiguos apoyos del conglomerado Frankenstein”.
"Sepan los que ya se inclinan ante Feijóo que hasta el 23 por la noche no hay nada ganado"
“Ojo, que aún no está ganado”, ulula Juan Carlos Girauta en el vetusto diario. Esta vez, la mirada severa es para los tibios del PP: “El PP, salvo Ayuso, acepta el doble baremo. Por eso se avergüenza de pactar con Vox en vez de ceñirse a denunciar la invasión institucional, la naturaleza del sanchismo, que incluye a la ultraizquierda, al golpismo separatista y a los desencapuchados. Sepan los que ya se inclinan ante Feijóo que hasta el 23 por la noche no hay nada ganado. Que, sin colmillos, un solo debate con el gran navajero político puede ser fatídico”.
La Razón hace un triple tirabuzón para presentar los resultados de su encuesta. “El PP sacaría más de 13 escaños a PSOE y Sumar”, titula en primera. Es un dato que, en realidad, no dice nada, pues lo que determinará el gobierno serán los resultados de otros partidos. Así que es bastante más explícito el subtítulo: “El centro derecha mantendría la mayoría absoluta, aunque se dejaría dos escaños tras negociar los pactos Feijóo”.
Lo miren por donde lo miren, no pinta bien. Hasta el director, Francisco Marhuenda empieza a pensar en que Sánchez seguirá en La Moncloa y se pone la venda antes de tener la herida: “El continuismo consagrará el modelo basado en el abuso de los reales decretos ley, la marginación de las Cortes, las tropelías en los trámites parlamentarios, la frenética actividad de Pumpido como Poder del Estado, se completará el asalto a la Justicia y, finalmente, miles de altos cargos y asesores, así como directivos del sector público seguirán en sus puestos de trabajo. El PSOE tiene que regresar a la socialdemocracia y España al bipartidismo imperfecto”.
El Español de Pedro J. Ramírez también tiene su encuesta. Es la única en la que los populares no pierden fuelle; “Suben el PP y el PSOE a costa de Vox y Sumar: Feijóo llega a 140 escaños y Sánchez alcanza los 102”, dice el titular de apertura. Eso se traduce en un editorial que es una oda al bipartidismo… y al programa de Pablo Motos: “El partido de Santiago Abascal no rentabiliza sus acuerdos con el PP. Pierde tres escaños en una semana. Los mismos que la coalición de dieciséis partidos liderada por Yolanda Díaz. La conclusión es clara: el ‘efecto hormiguero’ impulsa el bipartidismo”.
Ajeno a la realidad, el entusiasta Ramón Pérez-Maura titula así su descarga en El Debate: “El sanchismo está muy nervioso”. ¿En qué se basa? Pues aquí va la aportación de datos: “¿Dónde están Félix Bolaños, Pilar Alegría, María Jesús Montero, Meritxell Batet, Patxi López o Fernando Grande-Marlaska, el candidato gaditano? No estoy muy seguro si no los pasean por España porque creen que su gestión puede quitarles más votos de los que les dé o si simplemente Sánchez, más conocido como Mi Persona, no está dispuesto a ceder protagonismo a nadie que pueda un día disputarle la jefatura del partido tras una debacle electoral”.
"Zapatero podría convencer a Otegi para que envíe a Txapote al debate"
Y terminamos en Libertad Digital, donde Pedro Gil Ruiz aplaude a Feijóo por rechazar los debates a cuatro. Lo hace bajo el título facilón “¿Al debate? Que vaya Txapote”. La gracieta, al final de la pieza: “Si prosperase la propuesta de juntar a toda la patulea que pulula alrededor de la coalición socialcomunista, Zapatero podría convencer a Otegi para que envíe a Txapote al debate. Sería otro logro de la democracia. El momento de salir, cerrar con llave y tirarla”.