A menos de un mes del 23J, empiezan a temblar las rodillas mediáticas más próximas al PP. Las tres encuestas que publican hoy las cabeceras más próximas a Génova coinciden en que los populares pierden fuelle y el PSOE va recortando distancias. ¿Quién tiene la culpa?

La Razón no disimula a la hora de señalar. “El pulso de Vox al PP no impide el vuelco electoral”, titula en portada, aunque la acusación más dura está en la apostilla: “La formación de Abascal no crecería, pero movilizaría un escaño para el PSOE y otro para Sumar”. Vamos, que trabajan para el enemigo.

El complemento de tal idea está en un editorial titulado “El éxito electoral no está asegurado de antemano”, y que se resume en sus frases finales: “La responsabilidad de la oposición es máxima. No se puede desoír ni desatender al pueblo ni perderse en debates menores y mezquindades mayores. España necesita pasar página a una experiencia y un liderazgo oscuros. Sin errores ni dar ventajas gratis a la peor izquierda de Europa”. Ojo al Cristo, que es de plata.

Por ahí va también el columnero de ABC José F. Peláez, aunque en su caso, además de apuntar a Vox, deja caer una colleja dialéctica a la lideresa del PP extremeño: “Urge mejorar el país y no ponerlo en riesgo por tres carguitos. Pero, después de lo de Extremadura, no está claro que sean ese partido serio. Si no aceptan un acuerdo programático y exigen entrar en el gobierno, Feijóo deberá plantarse y, como Guardiola, no tener miedo a una repetición electoral que le dé, posiblemente, la mayoría absoluta. Pero algo me dice que no llegará la sangre al río. Al contrario que Rivera, Abascal sabe de qué va esto”.

Al lado, Juan Carlos Girauta, sin embargo, pone su pica en Flandes por los abascálidos. Hay que hacer lo que sea para que queden terceros: “Con un PP en torno a 140 escaños y un PSOE en torno a 105, y dado que el secesionismo siempre se decantará por este, lo que ahora mismo debería preocupar a cuantos comprenden el peligro existencial (para España y el sistema) de una segunda legislatura del autócrata es que Vox quedara por debajo de Sumar. Es fácil de entender y difícil que suceda. Salvo que los insensatos guardiolas sigan imitando a la izquierda en el empeño y en la caricatura”. Como han leído, otra vez la mano suelta sobre Guardiola.

"Cuanto más se siga hablando del feminismo en Extremadura, mejor lo tendrá Vox el 23 de julio"

José G. Domínguez (Libertad Digital)

Sin nombrarla, también José García Domínguez (Libertad Digital) manda un recado a la aspirante del PP a presidir Extremadura: “A Vox, en cambio, el marco que más le conviene remite a las guerras culturales. Porque, una vez fijado ese terreno de confrontación, ellos consiguen que su competidor directo se confunda con el paisaje, como si el PP se tratara de una sigla más del bloque de la izquierda. Y lo asombroso es que el PP acaba de picar el anzuelo. Cuanto más se siga hablando del feminismo en Extremadura, mejor lo tendrá Vox el 23 de julio”.

"¿Se han embarcado ambos partidos en una loca carrera por hacerle la campaña a Pedro Sánchez?"

Jesús Cacho (Vozpópuli)

El director de Vozpópuli, Jesús Cacho, reparte sus cagüentales al cincuenta por ciento para las dos fuerzas de la derecha y sus respectivos líderes: “De arrogancia y orgullo andan estos días sobrados PP y Vox. ¿Se han embarcado ambos partidos en una loca carrera por hacerle la campaña a Pedro Sánchez? ¿Son conscientes Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal de que están jugando con fuego, desviándose del verdadero objetivo, en realidad el único, de esta campaña electoral? ¿Han olvidado ambos que aquí y ahora lo importante, lo imprescindible desde el punto de vista del interés nacional, es mandar a la calle el próximo 23 de julio a Pedro Sánchez Pérez-Castejón?”.

En la misma cabecera, Miquel Giménez casi calca a su jefe: “El argumentario de campaña debería dirigir sus baterías hacia Moncloa y sus satélites y no hacia quienes están combatiendo a tu lado. Uno sabe que los dos partidos pelean por un votante, si no igual, si bastante parecido. Pero se puede hacer campaña con perfil propio, señalando el horror de cuatro años más de sanchismo, sin decir cada día que tu aliado natural es esto o aquello. Caso de no hacerlo así, uno tendría el derecho a preguntarse si pretenden de verdad echar al sanchismo. Y, ya puestos, a si son realmente patriotas con sentido del estado. Por favor, no nos obliguen a ello”.