Todo es bueno para el convento diestro. También una presunta trama de compra de votos. Sobre todo, si por la mala cabeza de algunos, el principal partido señalado tiene vínculos con la plataforma de Yolanda Díaz.

Así, ABC le da la vuelta a la noticia —se supone que el tremendo escándalo de querer alterar los resultados de las urnas— y apunta en primera a otro lado. “La compra de votos en Melilla abre una guerra en la izquierda” es el titular a todo trapo ilustrado con una foto de Iñigo Errejón y Joan Baldoví con Mustafá Aberchán, líder de Coalición por Melilla, la formación que aparece en primera línea de la supuesta trama.

"No es lógico, en cambio, el silencio de los partidos satélites de Sumar, en especial de Errejón o de Baldoví"

Editorial de ABC

En el editorial, bajo el encabezado “Sumar y la compra de votos”, carga de profundidad para la plataforma que desde su presentación sube como la espuma. Con caricia incluida al enemigo del otro enemigo: “Es lógico que Ione Belarra, secretaria general de Podemos, abriera una nueva guerra política contra Sumar al recordar a Yolanda Díaz lo obvio: que está acogiendo a un partido cuyo principal dirigente tiene antecedentes penales por manipular las urnas. No es lógico, en cambio, el silencio de los partidos satélites de Sumar, en especial de Errejón o de Baldoví. Lo razonable habría sido desmarcarse abruptamente de Aberchán, censurar la conducta que se le atribuye a su partido, respaldar la investigación judicial, y romper todo tipo de lazos. Ayer no lo hicieron mientras, además, se alimentaron sospechas durante todo el día de que organismos políticos de Marruecos podrían estar tras esta maniobra”.

La Razón opta por un tratamiento discreto en primera, donde la cuestión ocupa un recuadrito con título aséptico: “Detenido un consejero de Melilla por el intento de compra de votos”. En el editorial, el mensaje principal es que este caso es una minucia y que no debe sembrar dudas sobre el proceso electoral. Otra cosa es que no se aproveche para atizar a los del fondo a la izquierda: “Que, al estallar el escándalo, los firmantes del citado acuerdo hayan expulsado del mismo a la formación melillense, que, sin duda, daba un toque «chic» multicultural a los coaligados, no justifica el patente descuido, rápidamente aprovechado, por cierto, por la huestes de Pablo Iglesias para cargar contra sus antiguos compañeros de aventura política”.

"Como si Mustafá Aberchán fuera un socio más tóxico para Yolanda Díaz y Mónica García que Ada Colau o Joan Baldoví"

Cristian Campos (El Español)

En El Español, Cristian Campos se regodea y, con la carrerilla cogida, compara al presunto comprador de votos con sus dianas favoritas: “El intento de fraude electoral ha desencadenado una batalla en la extrema izquierda populista, con Podemos acusando a Más País y a Compromís de su alianza con Coalición por Melilla. Como si Mustafá Aberchán fuera un socio más tóxico para Yolanda Díaz y Mónica García que Ada Colau o Joan Baldoví. Como si Unidas Podemos, la madre nodriza del populismo de extrema izquierda español, no fuera lo peor que le ha pasado a la democracia española en la última década. Pronto oiremos a Yolanda Díaz decir aquello de ‘esa Coalición por Melilla de la que usted me habla…’”.

"El daño reputacional ya está hecho, como tantos otros con Sánchez"

Editorial de El Debate

Para el editorialista de El Debate, sin embargo, la culpa de cualquier manipulación electoral real o imaginaria es, faltaría más, del que duerme en La Moncloa: “Todos los temores, fundados o improcedentes, tienen por responsable al Gobierno, que ha actuado tarde y mal o incluso ha tomado decisiones lesivas para la credibilidad del proceso. Porque el empeño en entrar en Indra como elefante en cacharrería, colocando a afines al PSOE en la dirección y el Consejo de Administración de la compañía, presente de manera secundaria en la gestión del recuento, no ayuda en ningún caso a calmar las aguas. El daño reputacional ya está hecho, como tantos otros con Sánchez”.

El Mundo, justo es señalarlo, apenas menciona la relación de Coalición por Melilla con Errejón o Baldoví. Su foco está en Marruecos: “La sospecha de que Marruecos habría podido intervenir en la trama de compra de votos detectada en Melilla con el fin de alterar los resultados electorales de este domingo reviste una gravedad extraordinaria. Tal y como publicamos hoy, personas afines al partido Coalición por Melilla (CpM) se reunieron en Marruecos con agentes de Rabat antes de producirse el intento de fraude. Si se confirma que el reino alauí está detrás de la maniobra, estaríamos ante un caso claro de injerencia de una potencia extranjera en la política nacional. En concreto, en Melilla, un enclave muy sensible para España y para el conjunto de Europa y cuya soberanía siempre ha reclamado Marruecos”. Como ven, todo en condicional.

La siempre hiperventilada columnera de The Objective Guadalupe Sánchez ve esa apuesta y la dobla. Según barrunta, parece que lo de los votos es solo aperitivo para la invasión de la ciudad norteafricana. Se lo juro: “Es tal la entidad del fraude electoral que se estaba ejecutando en Melilla, que me lleva a plantear, como hipótesis en absoluto descartable, que no sólo se pretendía garantizar el gobierno de un determinado partido político en la ciudad autónoma, sino que podríamos estar ante un movimiento de enorme trascendencia, manejado desde Rabat, con la finalidad declarada de poner en cuestión la españolidad de Melilla. Una suerte de tumultuaria -pero pacífica- Marcha Verde cocinada desde dentro”.