Este domingo volvemos a disfrutar de una divertida charla de la mano de Antonio Bravo y Carmen Badiola, un matrimonio de Bilbao de toda la vida que apura los últimos rayos de sol de este caluroso y plácido verano desde su apartamento en Gorliz. Para la ocasión les acompaña su hija mayor, Lara (50 años), que trabaja como monitora de Salud Mental en un hospital de día de Osakidetza. Antonio y Carmen son dos jubilados muy activos. A Antonio (77 años) le encanta viajar y disfruta viendo al Athletic en San Mamés, mientras que Carmen es voluntaria en Cáritas, donde realiza acompañamiento a personas mayores, y hace un año cumplió su sueño de estudiar en la Universidad. A sus 75 años está a punto de comenzar el segundo curso de Humanidades.

Los tres son muy aficionados a la lectura y disfrutan con el tacto del papel. Lara y Carmen intercalan sus libros con el ebook mientras que Antonio no es muy amigo de las nuevas tecnologías. Él prefiere seguir leyendo sus libros favoritos y el periódico pasando sus páginas sentado en su sillón, desde el que realiza los autodefinidos de nuestra revista todas las semanas. Su dedicación se ha visto recompensada con la suerte, ya que ha resultado ganador de nuestro concurso, por lo que le hacemos entrega de su premio, un smart-watch.

ANTONIO BRAVO

Jubilado

Nacido en la Maternidad de Bilbao, es el mayor de tres hermanos. Se crió en un caserío en Altamira, cuando aún no llegaba el agua a esa zona. Estudió Contabilidad y ha ejercido esa profesión desde que entró en el Colegio de Arquitectos con 17 años hasta su jubilación en ese mismo sitio con 65. Ahora tiene 77 años y disfruta de su tiempo libre leyendo, escuchando la radio y haciendo los pasatiempos de nuestra revista. Le encantan los barcos y por eso le gusta hacer maquetas. No se lleva bien con la tecnología.

CARMEN BADIOLA

Jubilada

A sus 75 años Carmen Badiola está estudiando segundo curso de la carrera de Humanidades. Es voluntaria de Cáritas desde hace muchos años, donde realiza acompañamiento a personas mayores. Ha sido funcionaria administrativa en el Departamento de Educación y se jubiló trabajando en la secretaría de un instituto Esta bilbaína asegura que hasta su jubilación nunca dejó de trabajar, ni tras casarse con Antonio, su marido, ni tras tener a sus dos hijos, Lara (50 años) y Alexander (43).

LARA BRAVO

Monitora de salud mental

Es la hija mayor de Antonio Bravo y Carmen Badiola. Tiene 50 años y es de Bilbao, pero desde hace 15 años vive en Etxebarri consu marido, Koldo Gutiérrez, y con el hijo que tienen en común, Ander (18 años). Estudió Educación Social en la Universidad de Deusto y trabaja como Monitora de Salud Mental en un hospital de día de Osakidetza. Ama su trabajo, pero lo que más le gusta en esta vida es leer y tomar el sol, asegura y también disfruta en compañía de la familia.

Antes de nada muchas gracias por abrirnos las puertas de vuestro apartamento en Gorliz, un lugar con mucho encanto.

(Visitamos Gorliz y recorremos su playa y sus lugares más emblemáticos).

-Antonio Bravo: Sí. Pasamos aquí los meses centrales del año aprovechando el buen tiempo porque estamos cerquita de la playa, aunque somos de Bilbao y nos encanta vivir allí.

-Lara Bravo: Yo también soy de Bilbao y estoy enamorada del Botxo, pero desde hace quince años vivo en Etxebarri con mi marido, Koldo Gutiérrez, y con Ander, nuestro hijo, que tiene ya 18 años.

Carmen y Antonio juegan a las cartas con su hija Lara. Aida M. Pereda

Bueno, como lectores de la revista ya sabéis que nos gusta preguntaros por vuestras aficiones. ¿Qué os gusta hacer en vuestro tiempo libre?

-Lara: Lo que más me gusta en esta vida es leer y tomar el sol.

-Antonio: Sí, porque el agua del mar ni la prueba. 

-Carmen Badiola: Lo curioso es que de txiki no había manera de que saliera del agua…

-Lara: Mi marido Koldo es un ciclista empedernido. Tengo que fardar de él porque ha ganado un montón de carreras y hemos recorrido gran parte de la geografía con su dichosa bici en el coche.

-Carmen: Desde que era muy pequeñito Ander era un niño-maleta, porque siempre iba para arriba y para abajo (sonríe) con nosotros.

-Lara: Hasta que un día dijo que ya era suficiente, que ya había visto mucha bici, aunque ahora él también practica ciclismo, como su aita.

-Antonio: De hecho, a día de hoy Koldo prefiere una bici buena que un coche bueno. 

-Lara: Sí, pero es un deporte muy caro. Porque no sólo es la bici, sino todo lo que conlleva: que si las ruedas, que si las bielas… Al final, de tanto oírles, me he hecho especialista (sonríe).

¿Y tú no te animas a ir con ellos en la bici?

-Lara: En un momento dado, fui, pero claro, él va a otro ritmo (risas). Me llevaba a toda tralla y llegaba destrozada, cuando lo que yo quería era ir de paseo.

Entonces de vacaciones siempre buscáis alguna ruta para que pueda hacer Koldo con la bici, ¿no?

-Lara: ¡Eso seguro! Nos hemos marchado unos días a Huelva y a mí lo mismo me deja en tierra, pero su bici va seguro (risas). 

-Antonio: Y lo más curioso es que igual lleva un pantalón corto y dos camisetas solo. No lleva más… Todo lo demás son cosas de bici (risas).

-Lara: Recuerdo la vez que fuimos a Tenerife, que se llevó la bici también. Y montó un lío en el avión… Tuvo que desmontarla entera y meterla en una caja y al llegar a Tenerife tuvo que buscar un sitio para que se la montasen.

-Antonio: Claro, con las medidas y la precisión que él quiere, porque un milímetro arriba o abajo para él es un mundo…

Bueno, ¡creo que Koldo tenía que haber estado aquí con vosotros para poder defenderse! (Risas)

-Lara: ¡Y no podría decir lo contrario!

¿Y a vosotros, Antonio, Carmen, ¿qué os gusta hacer desde que estáis jubilados?

-Carmen: En el confinamiento, de lo aburrida que estaba, aprendí a hacer bufandas y otras cosas de punto mirando por internet. Además, desde hace muchos años, soy voluntaria en Cáritas. Me dedico a hacer acompañamiento a personas mayores y participo en un proyecto muy bonito en Irala que comenzó hace diez años.

-Antonio: Nuestro hijo también es voluntario. Ha sacado esa faceta de su madre.

(Te contamos por qué debes convertirte en voluntario como Carmen Badiola).

-Carmen: Y desde que me jubilé miré a ver si podía cumplir el sueño de mi vida al fin, que siempre fue estudiar, pero por circunstancias de la vida sólo pude hacer hasta Bachiller y tuve que ponerme a trabajar con 16 años y no dejé nunca de trabajar, ni siquiera después de casarme ni de tener a nuestros dos hijos, Lara y Alexander.

Carmen y Antonio forman muy buen equipo hasta para hacer la cama. Aida M. Pereda

Entonces ¿estás estudiando ahora?

-Carmen: Sí. Solicité plaza en el aula de la experiencia de la UPV, pero es a sorteo y como había muchas solicitudes no me tocó, pero volví a insistir el año pasado y lo conseguí, así que estoy estudiando la carrera de Humanidades, que engloba asignaturas como Historia del arte, Historia universal, Psicología, Historia de la música… Son cuatro años en total y he de reconocer que el primer año ha sido un poco duro.

¿Has aprobado todas las asignaturas?

-Antonio: Sí y además ha sacado muy buenas notas.

-Carmen: Sí porque si no me dijeron que no tenía vacaciones (risas).

-Lara: Son todos mayores, pero ella es la mayor de su clase.

-Carmen: Sí, pero me he sentido muy a gusto. Somos un grupo muy majo. El cincuenta por ciento hombres y el cincuenta por ciento mujeres. No tenemos exámenes, pero puntúa mucho la asistencia. Es lógico porque hay muchas solicitudes, entonces lo que no puede ser es que hoy no voy y mañana tampoco. Y también se tienen en cuenta los trabajos que hagas. He hecho un trabajo de política vasca que me he quedado asombrada de mí misma, de haber sido capaz de hacer eso.

-Antonio: Carmen siempre ha querido estudiar y yo siempre le he animado a hacerlo.

-Carmen: Y yo lo digo siempre. Yo soy lo que soy por la familia que tengo. Me han apoyado siempre.

-Lara: Y su nieto, que es muy zalamero, le anima un montón también.

Y sólo nos quedas tú, Antonio… 

-Antonio: A mí me gusta hacer maquetas de barcos, de las grandes, porque con las manos que tengo no puedo hacer miniaturas (sonríe).

-Carmen: Ya que no ha podido tener un barco… (risas).

-Antonio: Me encantan los barcos. Con la cuadrilla tuvimos un barquito.

-Lara: Siempre cuenta que su ilusión era tener un barquito pequeñito y cuando hizo 25 años en el trabajo le dieron una paga extra, pero en vez de comprárselo lo tuvo que destinar para pagar los muebles de mi habitación.

(¿Te gustaría aprender a navegar como a Antonio Bravo? Te contamos todo lo que debes saber y cómo evitar un accidente en el mar).

-Carmen: Y también le gusta mucho pescar. Iba con su aita a pescar aquí en Gorliz y también a Bermeo.

-Antonio: Sí y cogíamos buenas pescas. Era raro el día aquí que no subía algún salmonete o faneca…

-Carmen: Es verdad. Aquí antes se compraba pescado recién cogido que estaba riquísimo. Los jibiones y los verdeles que he comido aquí no los he vuelto a probar en ningún sitio. Eran una maravilla. Y otra afición que ha tenido Antonio era la huerta. Teníamos unos amigos que tenían un caserío en Larrauri y les echaba una mano con la huerta.

-Antonio: Claro, es que yo soy de caserío y algo queda. En Altamira teníamos huerta y mi aita aprovechaba cualquier día de vacaciones para sembrar, recoger o lo que fuera.

A la Familia Bravo Badiola le encanta el pescado fresco.

A la Familia Bravo Badiola le encanta el pescado fresco. Aida M. Pereda

Y el polo que llevas con el escudo del Athletic nos da pistas de que eres rojiblanco.

-Antonio: ¡Claro que sí!

-Carmen: Bueno, eso no es una afición. Es una devoción.

-Antonio: Eso es. A mí me gusta mucho el deporte. Yo lo que he hecho mucho es andar. He hecho el Camino de Santiago dos veces. La primera vez lo hice en bicicleta. Con cuatro amigos me fui.

-Carmen: Y la segunda vez lo hicimos los dos juntos desde Roncesvalles a Santiago en el año 2000. Y fuimos con dos parejas de amigos.

-Lara: Mi aita ha andado en el monte toda la vida. Subía al Pagasarri, bajaba… Al Ganeko…

-Antonio: Sí, he andado muchísimo. Me he pegado unas palizas finas. Y de hecho, luego en la oficina, se montó un club de montaña que todavía sigue, y hemos hecho muchas excursiones. Duras además.

¿Vosotras ibais también?

-Carmen y Lara: No (sonríen).

¿Eres socio del Athletic, Antonio?

-Antonio: Sí.

-Lara: Y me vas a dejar a mí el carnet, ¿verdad? (sonríe) Es que como mi hermano ya es socio pues me toca a mí… Mi marido es socio también y como trabaja a turnos me deja el carnet cuando no puede ir. Y Ander ha estado preguntando quién no iba para aprovechar porque ha habido partidos muy buenos del Athletic y quería ir también.

-Carmen: Eso, que los carnets no se pierdan. ¡Alguien tiene que ir! Yo he ido mucho a fútbol, pero no entiendo nada de fútbol… Antonio me ha explicado muchas veces qué era un fuera de juego pero yo nunca lo he entendido (risas). Y me pone muy nerviosa ver con Antonio en casa los partidos del Athletic cuando juega fuera.

¿Pero te pones nerviosa por lo mal que lo pasa?

-Carmen: No.

-Lara: Aita, pero si te pones tan nervioso que se te cierra hasta el estómago. ¡No comes!

-Antonio: Es que yo no grito, me lo quedo dentro.

-Carmen: Muchas veces le digo que le voy a apagar la televisión, porque le va a dar un infarto un día de estos. Y a Alex, nuestro hijo, que vive en el piso de arriba, le oímos dando pasos y gritos.

¿Ah, pero no veis juntos el partido padre e hijo?

-Carmen: No, qué va. El hijo en el sexto y el padre en el quinto (sonríe).

¿Es porque os ponéis más nerviosos juntos?

-Antonio: No, simplemente nos hemos acostumbrado a verlo así (risas).

(Llega Koldo, el txirrindulari, con su bici). 

-Lara: ¿Qué tal ha ido la ruta?

-Koldo: Bien, he dado una vueltita por Laida, Laga, Ispaster, Ibarrangelu, Lekeitio y vuelta.

-Lara: ¡Ala, pues a ducharse!

-Antonio: Volviendo al tema de las aficiones. Algo que nos gusta a los tres, también a nuestro hijo pequeño, Alex, es leer.

-Lara: Sí. Y leemos mogollón.

-Antonio: Nuestro hijo, cuando era pequeño, tenía el diccionario sobre la mesita de noche.

-Carmen: Aquí en Gorliz no hay casi libros en comparación con los que tenemos en Bilbao. Nos gusta leer en papel, no en e-book.

-Antonio: Carmen lo usa, pero no tiene nada que ver con el papel.

-Carmen: Es cómodo cuando vas en el metro por ejemplo, pero me pasa igual que a Antonio con el periódico.

-Antonio: Sí. A mí me gusta leerlo en papel sentado en la mesa pasando desde la primera hasta la última página.

¿Y compartís lecturas? ¿Váis rotando los libros que caen en vuestras manos?

-Lara: Sí. En Navidad siempre cae un libro de regalo para cada uno.

-Carmen: Nos gusta leer de todo. Creo que el único libro que no he terminado de leer en mi vida fue el de 'El péndulo de Foucault', de Umberto Eco. Ese libro me pudo. A mí me gustan mucho los libros de historia, las biografías y los thrillers también.

¿Y qué dos libros nos recomendáis?

-Carmen: Uno sin duda sería el de 'La lengua de los secretos', de Martín Abrisketa. Lo vi en el mercadillo de libros de segunda mano que había en la fiesta del voluntariado de Cáritas que se celebró en Gernika, coincidiendo con el Día de la Caridad, donde nos juntamos unos 400 voluntarios, y se lo recomendé a mi amiga Mertxe. Me llamó el otro día para decirme que estaba llorando un montón con ese libro.

-Lara: Ah pues a mí no me lo habías recomendado.

-Antonio: A mí tampoco (sonríen).

-Carmen: Bueno, pues lo tengo en casa, así que ya os lo prestaré.

-Antonio: A mí me gustan mucho los thrillers de César Pérez Gellida y estoy leyendo el de 'Roma soy yo', sobre Julio César, que es el nuevo de Santiago Posteguillo. (Si quieres saber más sobre las recomendaciones literarias de la Familia Bravo Badiola). Lo que pasa es que sus libros tienen muchos datos y muchos nombres. Además tiene muchas palabras en latín y yo que soy de idiomas… No te digo nada de cómo domino el inglés.... 

-Carmen: Hombre, si es bajito y se deja…

-Antonio: ¡Exactamente!

-Todos: (Risas) 

-Antonio: Y como me lo he leído en ebook pues claro, no tienes la posibilidad de echar para atrás.

-Lara: Sí, si puedes.

-Antonio: Claro, pero ya tienes que estudiar una carrera para hacer eso (risas). 

¿Qué tal os lleváis con las nuevas tecnologías?

-Antonio: Yo siempre he sido muy torpe para eso, y eso que estuve trabajando con ordenador los últimos años en el Colegio de Arquitectos.

-Lara: Con la tecnología os ayuda Ander.

-Antonio: Sí. Desde que era pequeño ya nos sintonizaba los canales de la televisión y se encargaba de hacérselo a todos los vecinos para sacarse una paguilla (risas).

-Lara: Sí. Ha tirado por el tema tecnológico y está haciendo un Grado Medio de Informática.

-Carmen: Yo sí me apaño con la tecnología. 

-Lara: Es muy activa en Facebook. 

-Carmen: Y el año pasado me descargué el Bizum para tenerlo en el móvil porque me parece muy práctico.

-Antonio: Bueno, yo a pagar con el teléfono me niego…

Entonces os complementáis bien…

-Antonio: Sí, eso sí.

-Lara: A aita le gusta mucho la música y cuando le regalamos a Alexa no había manera de que aprendiese, pero ahora se arregla muy bien con ella.

-Antonio: No, no, sigo enfadándome con ella. La última vez ha sido esta misma mañana (risas).

¿Y qué música te gusta escuchar?

-Antonio: De todo. Me gusta escucharlas y cantarlas. Canté en la Coral de Altamira y en la de Zorrotza. Era tenor segundo, que es la voz que está entre el tenor primero y el barítono. 

-Carmen: A mí sin embargo me gusta mucho cantar, pero no tengo ni ritmo, ni voz, ni nada… (risas).

-Antonio: Te pasa lo que a mí con el dibujo, que me encanta dibujar pero si cojo el lápiz es mejor que lo deje.

-Carmen: Hemos tenido una asignatura que era Historia de la música y lo último que hemos hecho ha sido ir a un concierto al Euskalduna y salí maravillada. Cuando no conoces las cosas y te las explican aprendes un montón.

-Lara: En casa hemos oído cantar a mi aita siempre.

-Antonio: Yo me iba al trabajo el lunes y entraba cantando. Cuando me preguntaban cómo podía estar cantando un lunes y yo decía es que si vienes un lunes cabreado, cómo estarás el resto de la semana… (risas).

-Carmen: Cuando éramos jóvenes, siempre acabábamos cantando en las celebraciones con la cuadrilla y nos daban las dos de la mañana cantando a pleno pulmón (sonríe), pero eso se ha perdido y me da mucha rabia. Hay muchas canciones populares que mis hijos no conocen.

-Lara: Recuerdo de pequeños cuando nos íbamos de viaje le preguntábamos a mi aita cuándo llegábamos y él siempre nos respondía con una canción con la letra de lo que estábamos hablando. Era impresionante. Nos dejaba alucinados de todas las canciones que se sabía (risas).

-Antonio: Claro, es que a mí la radio me encanta. Cuando estoy leyendo o haciendo los crucigramas y estoy con la radio puesta, así que me he oído millones de canciones ya.

-Lara: Y ahora con Alexa se las pide.

¿Cuáles son las que más te gustan?

-Antonio: Las bilbainadas, por supuesto. Si arrancas con una de Los Bocheros o de Los Cinco Bilbaínos sigo con todas las demás. De chavales bajábamos de Altamira a Basurto o a La Casilla y nos poníamos a cantar toda la cuadrilla. Recuerdo que uno de mis amigos tenía una voz extraordinaria pero no se sabía ninguna letra, así que tenía que arrancar yo para que siguiera él y así nos sacábamos cinco duros de propina. Por el Casco Viejo aún se sigue haciendo, pero las cuadrillas que lo hacen son muy mayores ya. Hace falta relevo.

(¿Conoces la historia de las bilbainadas? Repasamos la banda sonora más popular del Botxo).

¿Y si hablamos de pelis y series?

-Antonio: A mí no me gustan las series porque si no ves un capítulo ya te pierdes.

-Lara: Pero si veis una serie detrás de otra…

-Carmen: Sí, yo sí. A mí me encantan series policíacas, como 'La unidad' o la de 'Antidisturbios'.

(Descubre las claves que han hecho triunfar a estas dos series policíacas).

-Lara: También está muy bien la serie de 'Intimidad'. Es increíble lo bonito que sale Bilbao, Plentzia, Sopela…

-Antonio: A mí me gustan mucho los documentales de animales y deporte. Da igual si es remo, fútbol de chicas o pelota.

-Lara: Y también le gustan mucho las películas bélicas.

-Antonio: Sí, y las de 'El señor de los anillos' y 'Juego de tronos' porque están muy bien hechas, aunque he de decir que el final de ‘Juego de tronos’ no me gustó.

-Lara: A mí tampoco.

A la hora de ver la televisión tienen gustos distintos. Antonio tiene ganas de ver la precuela de 'Juego de Tronos' y Carmen la tercera temporada de 'La unidad'. Aida M. Pereda

¿Y os gusta viajar?

-Carmen: Sí. Ahora estoy leyendo un libro histórico, de la época de Felipe II, y me estoy maravillando. Yo es que si pudiera viviría en un palacio (risas).

-Antonio: Hicimos una excursión al castillo de Loarre, en Huesca, por ella, porque de cría se leyó una novela de esas románticas que se llama ‘La doncella de Loarre’, de Rafael Pérez y Pérez, de 1974. 

-Carmen: Sí. Es otro sueño que he cumplido. El castillo está muy bien reconstruido y en él se han rodado muchas películas. 

-Lara: Les ha gustado mucho a los dos recorrer toda la geografía española.

-Carmen: Galicia nos gusta mucho. Lo conocimos muy bien cuando hicimos el Camino de Santiago andando. De Roncesvalles a Burgos lo hicimos en 1999 y en el 2000 de Burgos a Santiago. Lo hicimos en dos partes. Recomendamos hacerlo porque fue una experiencia muy bonita.

(Repasamos los orígenes del Camino de Santiago y las rutas para llevarlo a cabo).

-Antonio: Eso sí, de lo bien que comimos engordamos y todo (risas). 

-Lara: Mis aitas han viajado bastante más que yo.

-Carmen: Es que Antonio es muy viajero. A mí, en cambio, me cuesta más. 

-Antonio: Hemos hecho las Repúblicas Bálticas, Túnez, Finlandia…

-Carmen: …y cuando fuimos a Jordania vimos Israel y Petra hace muchísimos años. Han sido grandes viajes.