¿Sabías que las bayetas de microfibra tienen dos caras diferentes y cada una de ellas tiene una función distinta? Seguro que las usas a diario, pero nunca te has parado a mirarlas con detenimiento. Aunque formen parte del kit básico de limpieza de tu hogar desde hace muchos años, tal vez no las conozcas tan bien como crees.

La mayoría de las bayetas de microfibra tienen dos lados que se diferencian por el tipo de tejido y la clave está en la longitud de sus fibras. Por una de sus caras, la microfibra es más corta y compacta, ideal para limpiar y arrastrar la suciedad con eficacia. Por la otra, las fibras son más largas y suaves, perfectas para secar sin dejar marcas. Si las usas al revés, puedes provocar rayas, dejar restos de producto o superficies empañadas.

Una mujer pasa una bayeta de microfibra sobre una placa vitrocerámica.

Ha sido la experta en limpieza Mabel Mendoza quien, en su cuenta de Instagram, nos ha abierto los ojos al mundo de las bayetas de microfibra. Según ella, mientras la cara interior, de fibra corta, debe utilizarse para aplicar y extender el producto de limpieza, la cara exterior, más suave y esponjosa, seca y da el toque final consiguiendo una limpieza más rápida y eficaz.

Cómo mantenerlas

Para que estas bayetas cumplan perfectamente con su función, no basta con usarlas bien, sino que también hay que cuidarlas de la forma adecuada, y eso a veces se nos olvida. 

Una bayeta mal conservada puede convertirse en un foco de bacterias y de malos olores. Así lo explica la experta en orden y limpieza Pía Organiza (@piaorganiza), quien señala que el principal enemigo de las bayetas es la humedad. Nunca deben guardarse sucias, húmedas o hechas una bola debajo del fregadero.

Después de cada uso, hay que aclarar bien la bayeta con agua caliente y un poco de jabón, hasta que no quede suciedad ni espuma. A continuación, se escurre en las dos direcciones para eliminar la mayor cantidad de humedad posible. Por último, ponerla a secar al aire o en un lugar ventilado y bien extendida garantizará una buena higiene de la bayeta y quedará lista para volver a usarla.

No llevar a cabo esta rutina después de utilizarla hará que la bayeta empiece a oler mal por la mezcla de suciedad y de humedad atrapada en las fibras. También es probable que manche más de lo que limpia, siendo más los restos que deja que la suciedad que en realidad recoge. 

Cuándo y cómo lavarlas

Como ya hemos visto, es importante realizar un mantenimiento diario de las bayetas justo después de cada uso. Sin embargo, una vez a la semana habrá que limpiarlas más a fondo. Deben lavarse en la lavadora, a 60 ºC, con un poco de detergente y unas cucharadas de bicarbonato o de percarbonato de sodio.

Nunca hay que echar suavizante, ya que bloquea la capacidad absorbente de la microfibra, y tampoco debemos pasarnos con el detergente; si echamos mucho, este quedará atrapado entre las fibras, reduciendo también la absorción y acelerando el mal olor de la bayeta.

Es importante realizar un doble aclarado y dejar que se seque al aire, nunca en el tambor de la lavadora cerrado o dentro de una bolsa. Y si las bayetas están muy sucias o huelen muy mal incluso después de lavadas, es necesario aplicar un tratamiento de choque: agua hirviendo, unas gotas de detergente y bicarbonato, dejar en remojo cuatro horas y después lavarlas como de costumbre.

Errores de uso

Para mantener estas bayetas de microfibra como nuevas durante más tiempo es importante no guardarlas nunca húmedas o sin aclarar, ni mezclarlas con otras bayetas sucias. Tampoco se deben doblar mojadas ni se deberían dejar en espacios cerrados. Ten cuidado también qué limpias con ellas, ya que si las pasas por superficies calientes se puede dañar sus fibras.

Las bayetas de microfibra son tus grandes aliadas en la limpieza del baño, la cocina y otras superficies delicadas del hogar. Utilizadas de la forma correcta, no solo durarán más tiempo, sino que limpiarán mejor y lo harán con más eficacia. Prestar atención al lado del que las usas o cómo las lavas puede marcar la diferencia a la hora de obtener mejores o peores resultados.